Alberto Gálvez3 min lecturaSi el pasado 8 de mayo se encendía el pebetero de los Juegos Olímpicos de París 2024 en el Puerto Viejo de Marsella, ayer muchos parisinos se llevaron un susto tremendo por un mensaje que envió la Prefactura de Policía a aquellos que se encontraban, a las 20:00 horas en la zona que rodea al Sena.
Bajo el título "Alerta de extrema gravedad", a través del sistema FR-Alert y con un fuerte timbre, se informó a dicho público como si existiera una emergencia o una catástrofe. Pero todo quedó en eso, un susto o ensayo, según se mire.
"Se trata de una alerta enviada a los perímetros de seguridad y su entorno para informar ampliamente de la apertura de la plataforma. No es una prueba. Esto es información. En un evento excepcional, un dispositivo excepcional”, explicó posteriormente el Ministerio del Interior.
Con dicho mensaje se intentaba recordar a los residentes afectados por el perímetro de seguridad de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos que se conectaran a la plataforma dedicada para solicitar un código QR.
Una vez leído el mensaje, las autoridades explicaron que "la alerta se envió a las 20.00 horas" para llegar al mayor número de personas posible. "La herramienta FR Alert permite, en circunstancias excepcionales, informar al mayor número posible de personas para que, en las circunstancias excepcionales de los Juegos, todos puedan anticiparse y tomar las medidas necesarias lo antes posible", argumentaron fuentes policiales en Le Parisien.
“Si estuvieras en París dentro del perímetro de seguridad que se establecerá para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, deberías haber recibido una alerta en tu teléfono para informarte de la apertura de la plataforma para obtener el Código QR para acceder a ella", indicó la prefectura unos minutos después en sus redes sociales.
Y es que en Francia y en París concretamente ya está casi todo listo para vivir esta nueva cita olímpica que atraerá a los mejores deportistas del mundo. Y buena prueba de la expectación que hay en tierras galas se pudo ver en el 'Vieux Port' de Marsella el pasado 8 de mayo, cuando la antorcha olímpica aterrizó y dio inicio a su viaje particular de 79 días que hará por todo el país.
En dicha ceremonia se encendió el pebetero y a la misma asistieron 150.000 personas, que pudieron deleitarse con Belem, un histórico barco de tres mástiles que llevaba la llama y fue recibido por más de 1.000 barcos que le esperaban en el puerto de Marsella.