El Sevilla FC ha confiado su nuevo proyecto, seguramente el más complicado de los últimos tres de recesión por la escasez de fondos para completar una plantilla competitiva, a Xavier García Pimienta, un preparador relativamente joven (49 años) y con escasa experiencia en la elite, pues pasó de la cantera del FC Barcelona a la UD Las Palmas, equipo este último que ascendió a Primera división y mantuvo después, siempre con una predilección por el buen fútbol y la cantera. En la rueda de prensa de presentación del catalán, que firma hasta 2026 aunque ambas partes dejan vías escapatorias al final del primer año, Víctor Orta se felicitaba por haber conseguido su primera opción, si bien difícilmente nadie en esta tesitura confiesa haberse decantado por un plan B o C. De similares gustos balompédicos, pero con muchísima más experiencia, Maurizio Sarri fue tentado en una etapa embrionaria de las gestiones, pero no hubo acuerdo.
En parte porque el veterano técnico italiano, de 65 años, tiene un caché bastante más alto (tres millones de euros netos percibía en la Lazio, el doble en el Chelsea), amén de que no guarda buen recuerdo de su única experiencia foránea, en Londres: "Fue un error crucial en mi carrera. Las condiciones estaban dadas para que me quedara. Es un club duro en el que probablemente no terminas la segunda temporada como lo hacían todos los demás en la 'era Abramovich'. Pero te quedas en el círculo de la Premier League. Tuvimos un buen viaje. El primer año, el equipo terminó quinto; luego, terceros, detrás del Liverpool y el Manchester City, que tenían un poco más. Ganamos la Europa League con 13 victorias y perdimos una final de la Copa de la Liga en los penaltis ante el City después de eliminar al Liverpool y al Tottenham, que llegaron a la final de la Champions ese año. Cometí un gran error que debería haber evitado. El deseo de volver a Italia debió ser menor".
En una entrevista con 'Sky Italia', el napolitano se mostró con ganas de dirigir, tras marcharse de los albicelestes en marzo: "Ojalá vuelva lo antes posible, pues pasé los dos primeros meses con problemas familiares y el resto sin mucha nostalgia por el fútbol. Ahora, el deseo está volviendo a crecer, así que creo que en uno o dos meses estaré listo para empezar. En este momento es difícil encontrar una solución en el mercado que no sea el extranjero, pero me resulta difícil ir fuera. ¿El Sevilla FC? Hubo una pequeña negociación, pero tenían necesidades diferentes a las mías, así que no llegó muy lejos y el trato se rompió". Sarri, además, confesó echar "mucho" de menos Nápoles, a cuyo equipo augura éxitos con Antonio Conte: "Tendrá un camino por delante, con un cambio en su forma de jugar. Afortunadamente, él es muy rápido en estas situaciones para trasladar su mentalidad y estilo de juego. No los veo fuera de los tres primeros".
Sobre por qué no ha cerrado un banquillo, zanjó: "Sinceramente, no lo sé. Éste es un punto donde tenemos que hacernos preguntas, porque no les ocultaré que algunos equipos que no me buscaron me dejaron decepcionado, porque hubo situaciones en las que me pudieron escuchar aunque fuera un cuarto de hora. ¿Milan y Fiorentina? Éstos son dos entornos que creo que eran adecuados para mí".