El 1 de enero era la fecha clave, en teoría, para que cualquier jugador que acaba contrato en junio pueda negociar y comprometerse libremente con otro club sin que pueda ser penalizado por ello. Se dice que en teoría porque en la práctica hay contactos, incluso, desde años antes y operaciones ya cerradas mucho antes de que llegue este primer día del año y también se abra el mercado de fichajes.
Tres son los nombres que, lógicamente, van a asociarse al Betis a partir de esta fecha. Dos parecen claros, Dani Ceballos y Héctor Bellerín, y salvo cambio inesperado de rumbo del primero -que el Madrid lo renovase-, los dos llegarán, pero el tercero, Houssen Aouar, tiene demasiadas 'novias' como para que los aficionados béticos estén tranquilos.
El centrocampista francés tiene un acuerdo verbal con Antonio Cordón desde el pasado verano, aunque no pudo concretarse su traspaso, entre otras cosas, porque la premisa de la salida de William Carvalho no se produjo. Lejos de eso, el internacional portugués acabó renovando con el Betis el último día del mercado estival.
La negativa de Aouar a renovar tras el fiasco de su salida le costó ser 'apartado' del plantel de Olympique de Lyon y no jugar nada durante dos meses. Y aunque todo cambió a mediados de octubre con la llegada de Laurent Blanc como nuevo técnico, su idea de salir al final de su contrato no ha variado.
Lógicamente, a un futbolista tan 'apetitoso', internacional absoluto con Francia y que se encuentra en lo mejor de su carrera, no iban a faltarle ofrecimientos. Y, de hecho, los ha tenido, pero en Sevilla confían en que pueda aguantar la presión en este mes de enero para llegar gratis a partir de julio.
El principal obstáculo, a día de hoy, es uno de los rivales béticos en Europa, la Roma de Mourinho. El interés del equipo giallorossi no es nuevo, pero está tratando de convencer al Lyon con una oferta que, según publican en Italia, ronda los 5 millones de euros para adelantarse a la competencia y contar con Houssen Aouar desde este mes de enero.
El futbolista francés sigue ajeno a todo esto y centrado en su equipo. Ayer jugó en la dura e inesperada derrota del Lyon (0-1) ante el Clermont Foot 63, en la que fue suplente y entró junto a Moussa Dembélé en los últimos minutos para tratar de cambiar el signo de un partido que acabó en derrota y con lesión de Lacazette.