El máximo goleador de la
UD Almería,
Sadiq Umar, no tuvo su mejor partido ante el Valladolid. El nigeriano era el mayor dolor de cabeza de Pacheta, más aún sabiendo que el estado físico de los centrales del Real Valladolid no era ni mucho menos el óptimo, tal y como se demostraría luego en el terreno de juego. Para esa final, Rubi necesitaba lo mejor de su mayor figura dentro del campo.
El problema fue que
Sadiq no rindió a un nivel habitual. El nigeriano se vio en algunos momentos del partido un poco perdido, también hecho ocasionado por la poca posesión de pelota indálica. Cuando tenía la pelota en los pies, intercalaba acciones positivas para su equipo como fallos tontos o errores no forzados no habituales para un futbolista del nivel del delantero de Kaduna.
Algunos podían sospechar que la hora del partido, un sábado a las 18:15, no ayudó demasiado en esta empresa.
Hay que recordar que Sadiq Umar está inmerso en el mes en que la comunidad musulmana realiza el Ramadán, un rito religioso por el cual los musulmanes no pueden comer ni beber desde que sale el sol hasta que se pone.
Por lo tanto, Sadiq no pudo comer ni beber nada antes del partido. Influía también que tuvimos en Pucela una de las tardes más calurosas del año, algo que animaba a los aficionados a acudir en masa al José Zorrilla pero que podía lastrar el rendimiento de algunos jugadores como Sadiq.
Sin embargo, nada de esto ha sido una excusa para Sadiq ni para el cuerpo técnico indálico encabezado por Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’. El técnico catalán ya había asegurado en ruedas de prensa previas que Sadiq, con una alimentación adaptada, debía estar a su máximo nivel.
Un hackeo, la razón del estrés de Sadiq
La realidad que ha confesado Sadiq en sus redes sociales es mucho más simple.
El futbolista nigeriano sufrió a lo largo de la semana pasada un hackeo de su Instagram, su única red social. Sadiq perdía el control de su cuenta y no podía acceder para recuperarla. Los hackers aprovecharon el acceso al perfil de un futbolista para enviar mensajes directos con intenciones nada buenas, algo de lo que alertó la pareja del futbolista en su perfil.
Hoy este pequeño culebrón se ha terminado con un mensaje que colgaba Sadiq acompañada de una foto con el nigeriano, que sonreía ampliamente: “
He pasado las últimas horas estresado debido a la seguridad de mi cuenta de Instagram. Gracias a mi equipo técnico por la rápida ayuda. Por suerte,
ya tengo mi cuenta de nuevo en mis manos”. Por último, le dedicaba un indecoroso mensaje a sus hackers que no necesita traducción.