El triunfo del pasado fin de semana ante el Betis ha supuesto un balón de oxígeno para el Valencia CF en lo deportivo, abandonando el farolillo rojo de la tabla en Primera división y haciendo olvidar a los suyos, al menos durante 90 minutos, toda la destrucción que trajo a la provincia las consecuencias de la DANA, para la que también se recaudó una importante suma de dinero durante el partido. Pese a ello, hay mucho trabajo por delante aún en todos los frentes, siendo lo accionaria uno de los que ocupa a la entidad.
El conjunto che ha cambiado de manera radical su escenario financiero gracias a la ayuda de Goldman Sachs y al haber refinanciado su deuda. Un movimiento con el que su propietario, el singapurense Peter Lim, se libera de estar obligado hasta 2026 a mantener el 51% del capital social del club, quedando también Mestalla sin hipoteca y estando todo el terreno sembrado de cara a la ansiada venta con la que sueñan todos los valencianistas.
Con este nuevo escenario financiero hay quien habla ya de que el Valencia CF está ‘vendido’. De hecho, Peter Lim llevaría semanas iniciando su marcha y moviéndose en el mercado financiero tratando de encajar la operación por valor de unos 430 millones de euros. Ahora, lógicamente, tan sólo falta encontrar a un comprador para el Valencia CF.
Cerrar la venta de un club de fútbol histórico como el Valencia y en la Primera división española no es una empresa sencilla. Pese a ello, son tres los tipos de compradores que estarían interesándose en el conjunto de la capital del Turia. Por un lado, fondos de inversión o empresarios a título personal que buscan un club de máximo nivel deportivo y social, con una historia laureada como la del Valencia CF. Justo lo mismo que ocurrió hace diez años con Peter Lim, quien además vio en Valencia una de las ciudades más importantes de España, con un alto potencial para otras cuestiones que nada tienen que ver con el fútbol. Claro está, hay que tener más ojo que con Peter Lim y el que llegue, si llega, que presente un mayor compromiso.
Mestalla, el actual, es otro de los puntos fuertes de la operación. De ahí que entre los compradores potenciales se encuentren también empresarios de la construcción que ven negocio en la parcela de Mestalla, libre ya de hipoteca y con tasaciones en el club por encima de los cien millones de euros. Ya no es necesario amortizar ninguna cantidad y el nivel de negocio que acarrearía la construcción de viviendas y zonas comerciales en una de las zonas más punteras de Valencia no se antoja baladí a la hora de analizar el futuro del club.
Si hablamos de Mestalla como uno de los puntos calientes en el futuro del Valencia CF, también lo es el Nou Mestalla, cuya obra se va a retomar gracias a los dos nuevos préstamos firmados con Goldman Sachs. Con más de 70.000 espectadores, el futuro estadio valencianista se va a convertir en un estadio cinco estrellas al nivel del Bernabéu, el nuevo Camp Nou y pocos más. Un auténtico centro de negocios cuyas actividades se multiplicarán y diversificarán en múltiples acciones. Un estadio 360 cuya explotación vaya más allá de los partidos del Valencia CF. Y eso, lógicamente, atrae a muchos grandes empresarios.
Puesto en el mercado, ahora tan sólo falta acabar de dar con la figura o figuras interesadas en ir hacia delante y abonar los 430 millones de euros que solicita Lim. Los primeros 400 millones del traspaso de acciones supondrían al singapurense recuperar su inversión en el club, tras haber invertido en su momento 290. Los otros 30 millones serían para recuperar un crédito que mantiene con el Valencia CF.