Valladolid, 6 may (EFE).- El estadio José Zorrilla, tras casi dos meses después de la última sesión en los anexos, ha sido el escenario del inicio de la "desescalada" de la plantilla del Real Valladolid que, de forma escalonada, se ha sometido a reconocimientos médicos y a los test de la COVID-19.
Desde este miércoles y hasta el viernes, 8 de mayo, todos los componentes del equipo realizarán estos test para garantizar su seguridad de cara al regreso a los entrenamientos, que se producirá el próximo 11 de mayo, aunque de forma individual, tal y como marca el protocolo del Consejo Superior de Deportes.
Así, tanto jugadores, como cuerpo técnico, con Sergio González al frente, el cuerpo médico del club blanquivioleta y los auxiliares, irán pasando los preceptivos reconocimientos, lo que permitirá un regreso seguro al trabajo para todos, que es la principal prioridad para el Real Valladolid, han informado este miércoles fuentes del Club.
A partir del 25 de mayo, si se mantienen las fases decretadas por el gobierno, los jugadores empezarán a ejercitarse de forma colectiva, con grupos reducidos, y guardando las medidas oportunas y correspondientemente marcadas.
Los futbolistas, ataviados con guantes y mascarillas, llegaron a las instalaciones ubicadas en el estadio, de manera escalonada, para pasar una analítica completa, test de la COVID-19, chequeo y examen antropométrico.