Alvaro Arenillas4 min lecturaEl hasta ahora dominio incontestable de Red Bull en el Mundial de Fórmula 1 puede serlo menos a partir de Imola. Si bien los dos pilotos de la escudería austriaca, Max Verstappen y Checo Pérez, han copado hasta ahora todas las victorias, las novedades en su coche y en el Aston Martin de cara al Gran Premio de Emilia-Romagna (Imola) puede hacer que eso cambie drásticamente.
Red Bull ha abierto la puerta la Fernando Alonso, esa es la noticia. Tras cinco carreras viendo un coche insuperable, Christian Horner, jefe del equipo, admite que la sanción que les impuso la FIA hace meses empezará a notarse en el próximo gran premio, donde no descarta que los rivales se acerquen bastante.
"Creo que la sanción de horas de límite presupuestario empezará a hacer daño desde la próxima carrera en Imola, que es donde van a llegar las grandes mejoras. Tenemos que ser muy selectivos con las piezas que queremos probar para desarrollar el coche", comenta Horner en palabras que publica el medio británico Express.
Siguiendo esa línea, Horner tiene claro que el hecho de tener que frenar algo el desarrollo no quiere decir que vayan a bajar los brazos; al revés, piensan redoblar esfuerzos para seguir mejorando en todo lo que puedan.
"Con la sanción, tenemos que desarrollar el coche más adelante en el año, así que es importante para nosotros tener algo de aire entre Red Bull y los rivales a estas alturas de temporada. Hemos podido tener un buen inicio y no hemos tenido grandes problemas, así que podemos centrarnos en seguir mejorando", añade.
Sobre la mencionada sanción, esta fue interpuesta por la FIA a finales de 2022 al quedar comprobado que Red Bull había superado el límite presupuestario. Además del castigo económico, el máximo organismo del automovilismo le restó a Red Bull un 10% de las horas disponibles de túnel de viento y CFD para desarrollar su vehículo de la temporada 2023. Por ahora no lo han notado, pero esto podría cambiar en breve.
Todo se está dando en la dirección deseada por Aston Martin para que Red Bull abra la puerta a Fernando Alonso hacia la victoria –la anhelada 33–. El equipo británico introdujo en Bakú la primera de las mejoras que tiene previstas para las próximas carreras: el reclamado nuevo alerón trasero que mejorase la efectividad del DRS. Esta novedad funcionó bien en Miami, pero se esperan más de cara a Imola, tal y como anunció hace tiempo Mike Krack, ingeniero de Aston Martin. "Traeremos cada pequeña mejora tan pronto esté lista, en lugar de esperar a agrupar todo en paquetes grandes", avisa.
Respecto al resto de competidores por las primeras posiciones –entiéndase Mercedes y Ferrari–, parece que no darán un importante paso al frente. Toto Wolff, jefe de la escudería alemana, así lo explica. "Nunca en los 15 años que llevo en Fórmula 1 se ha introducido un cambio tan grande que te vaya a dar medio segundo, así que dudo muchísimo que vaya a pasar". En cualquier caso, y como todos sabemos, toca esperar a que el asfalto dicte sentencia.