El Sevilla ha vuelto a ocupar los puestos de descensos esta jornada tras la derrota en Girona y lo que parecía imposible está empezando a preocupar cada vez más. Son ya muchas las semanas que desde el cuerpo técnico y la directiva se está pidiendo paciencia, pero esta tiene un límite.
Y para algunos, el vaso está empezando a rebosar. Concretamente, el de los Biris Norte. Parte del grupo ultra sevillista ha hecho presencia en la ciudad deportiva sevillista para realizar unas pintadas en la entrada y meter presión al equipo que dirige Sampaoli. "Si descendemos no tendréis donde esconderos", han escrito sobre uno de los letreros de la entrada de dichas instalaciones.
La remontada sufrida en Montilivi (2-1) ha dejado una muestra más de la incapacidad futbolística por parte de una plantilla que cada vez se encuentra más lejos de los objetivos marcados al comienzo de la temporada.
Las declaraciones de Nianzou sobre las indicaciones que el propio Sampaoli le da en el campo son un claro ejemplo de que no existe comunión entre jugadores y cuerpo técnico. No obstante, la afición, harta de falsas promesas desde la dirección deportiva y viendo que el calendario les aprieta cada vez más, apunta también sobre la directiva nervionense. "Castro, Game Over. Fuera del Sevilla, directiva y plantilla infames" ha sido la segunda pintada que han realizado los Biris dentro de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios.
En la actualidad, el equipo sevillista es decimoctavo en la tabla clasificatoria y está a dos puntos de la permanencia. Y lo peor es que dicha situación podría agravarse aún más si el Cádiz le vence al Elche este lunes. De producirse el triunfo amarillo, los hispalenses pasarían a ser penúltimos.
Y es que, aunque es cierto que hay muchos equipos implicados en el reto de la salvación -seis puntos separan al 18º del 11º- , la parroquia de Nervión está viendo peligrar cada vez más la permanencia de su equipo.
Hasta el propio comandante del barco, Jorge Sampaoli ya ha manifestado la presión que están empezando a sentir con el paso de las jornadas. "Ahora sentimos angustia y dolor, pero no hay tiempo porque el martes hay otro partido, así que toca recuperarse", manifestó el argentino tras el partido.
Así y aunque la próxima cita oficial será el martes frente al Alavés en Vitoria en el partido correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey, el partido del próximo sábado en el Pizjuán frente al Cádiz se presenta ya como una auténtica final para evitar el descenso.