Aitor Torvisco
Era evidente que el silencio del opositor José María del Nido Benavente no iba a durar mucho. Terminó la tensa Junta General de Accionistas aún sin su deseado desembarco en la presidencia del Sevilla FC, pero prometiendo que en los próximos meses se acentuará la cansina tabarra electoralista. Ni un bando ni otro parece querer darse cuenta de que la lucha de egos y el culo que caliente el sillón del palco son las menores de las preocupaciones del aficionado, al que sólo le gustaría centrarse en esos anunciados refuerzos invernales que no terminan de llegar y que el equipo necesita para escapar de una vez del pozo de los puestos de descenso del que asomó por fin la cabeza con su sufrida victoria del pasado domingo, tras dos meses hundido.
Este fuego cruzado no le hace ningún favor al Sevilla FC y eso provoca que lo de menos sea saber quién tiene razón pues, desde fuera, lo que parece es un 'quítate tú pa ponerme yo'. La crítica a la nefasta planificación de Pepe Castro y Monchi es legítima, pero cuesta empatizar con un Del Nido que, fruto quizás de hablar con demasiada frecuencia, empieza a caer en contradicciones. En este sentido, sorprende que sólo unos días después de decir que Monchi volvería a ser el mejor director deportivo del mundo tras su vuelta a la presidencia y asegurase que contaba con el de San Fernando, este mismo martes insinuase un cambio de idea y dejase sobre el ambiente una espada de Damocles y sólo dos decisiones posibles: sumisión o despido.
El pasado 11 de diciembre, a poco más de dos semanas para la Junta y en plena campaña electoral por las peñas de la provincia, Del Nido aseguró en Carmona que para volver a ver un Sevilla FC victorioso y luchando en la zona alta de la tabla clasificatoria seguiría contando con el director deportivo, a quien exculpaba y casi elevaba a categoría de víctima de los tejemanejes del actual consejo que denuncia el expresidente. "A Monchi le han quemado y conmigo volverá a ser el mejor", espetó, despertando aplausos de los presentes.
Este martes, 10 de enero, menos de un mes después, su defensa a la figura de Monchi ya no era tan rotunda, sino que contenía darditos interlineales. "Monchi no es fundamental porque fundamentales tan solo son el escudo, la bandera y la afición. El resto sobramos todos. ¿Sobre esta base es importante y aprovechable Monchi para el nuevo proyecto? Categóricamente, sí, pero dirigido, mandado y ordenado por el consejo de administración, como en todos los clubes", precisó Del Nido en una tertulia en la Cadena Cope, dando a entender que ahora dispone de demasiado poder de decisión.
"Aquí el que se equivoca es el presidente y cuando se acierta es el director deportivo, pero la responsabilidad es del presidente", ha añadido Del Nido, quien no dio detalles sobre si está dispuesto a acabar con esos intereses ocultos que acusa a unos pocos de estarse repartiendo o si simplemente va a cambiar el nombre y apellido de esos comisionistas. "Quiero tener a los mejores en cada puesto, no a los amigos de los amigos, que no sea el amiguismo el que se coloque, las estructuras se han quedado obsoletas", decía este martes el abogado sevillano.
En este sentido, cabe recordar que el propio Del Nido anunció justo antes de la junta que tenía "apalabrado un fichaje para incorporarse de manera inmediata al Sevilla FC" si lograba salir como presidente de la JGA del 30-D. No fue así y ese jugador no llegó a Nervión. Y menos mal, exclamarán algunos con motivo, pues según la información desvelada por Juan Manuel Ávila se trataba del prometedor mediapunta brasileño Andrey Santos, quien habría ocupado plaza de extracomunitario (el club tiene cubierto el cupo) y deparado jugosas comisiones a sus socios de 777 Partners, dueños del 70 por ciento de Vasco de Gama y quienes se habrían quedado con una parte importante de una futura plusvalía.
De hecho, Del Nido explicó que los americanos entrarán con él en la entidad, en lo que sería (en teoría) la primera entrada de capital extranjero en la historia del club: "Si nuestro grupo entra en la gestión del Sevilla, el capital extranjero participaría en función del capital que poseen. Yo en lugar de potenciar ese capital extranjero he potenciado que sevillistas participen de ese potencial extranjero". Se deduce, sin mucho esfuerzo y con reminiscencia al grupo 'Objetivo Birmania', que los amigos de los que están ahora no son sus amigos, porque Del Nido ya tiene amigos de sus amigos que sí son sus amigos. Uh, vaya lío.