Sara Portillo Maya5 min lecturaEn Balaídos se vivió una final de infarto, un partido de los que gustan al aficionado general, pero que hace sufrir y mucho a los seguidores de los equipos protagonistas. En este caso, Valencia y Celta, realizaron un partido agónico. Ambos equipos están inmersos en la lucha por la permanencia en LaLiga Santander. El partido se saldó con la victoria del conjunto che (1-2) que encontró nuevamente en un canterano el gol en los últimos compases: Alberto Marí. Ahora el Valencia coge aire y acerca su objetivo.
Durante los primeros 45 minutos de partido el Valencia se mostró muy fuerte. Ya desde el inicio fue avisando y, de hecho, el gol de Kluivert tardó poco. En el minuto 8 llegó el 0-1 al luminoso de Balaídos. En el terreno de juego estaba Aspas, pero no lo parecía. El futbolista no se encuentra, y los suyos tampoco lo encuentran. Al final, el futbolista tuvo que ser sustituido al principio del segundo tiempo, y el Celta mejoró. Pero no adelantemos acontecimientos.
En esta primera mitad, la tensión estuvo imperando el ambiente en los banquillos. El Celta además notaba la ausencia de Aidoo y Javi Galán en defensa. El error de Cervi (quien ocupó el lateral izquierdo) fue muy bien aprovechado por Diego López que centró para que Kluivert lanzara el balón a la red. El Celta no se vino abajo tras el gol, todo lo contrario, pero ser dueño del balón no es suficiente. Hay que saber qué hacer con él las ocasiones de peligros que generó se pueden contar con los dedos de una mano. Sólo una vez tuvo que intervenir Mamardashvili para evitar que se colara un disparo desde la frontal de Carles Pérez.
Se desequilibró el Celta y el aumentó el ritmo el Valencia, que incluso pudo haber ampliado la renta gracias a disparo de Diego López que terminó parando con el pie Iván Villar. El equipo de Pipo Baraja se arrepintió de esas acciones, sobre todo cuando llegó el 1-1 mediante un testarazo de Sefevoric. Y tras ese gol, el Valencia cayó en picado. Ni siquiera los cambios hicieron que el conjunto che lograra salir del noqueo mental que tenía: los fantasmas del descenso estaban al acecho y eso dificultaba el pensar con claridad.
Tuvo que aparecer nuevamente un joven, como ya hizo Javi Guerra, para que el Valencia CF pudiera respirar. Y lo hizo en los últimos compases, concretamente en el minuto 86 de partido. El Celta cometió un error imperdonable en defensa y el canterano valencianista no titubeó. Mediante un formidable testarazo hizo subir el 1-2 definitivo, además de destapar la locura y la euforia entre los aficionados valencianistas que se habían desplazado a Vigo.
1 - Celta: Iván Villar; Hugo Mallo, Tapia, Unai Núñez, Cervi; Carles Pérez, Gabri Veiga, Beltrán, Luca de la Torre (Óscar Rodríguez, min.54); Seferovic (Paciencia, min.78) y Aspas (Larsen, min.54) .
2 - Valencia: Mamardashvili; Foulquier, Diakhaby, Paulista, Gayá; Javi Guerra (Marí, min.78) Nico González (Moriba, min.70), Almeida; Diego López (Yunus, min.61), Kluivert (Hugo Duro, min.78) y Lino (Lato, min61).
Goles: 0-1 Kluivert, min.8; 1-1 Seferovic, min.59; 1-2 Alberto Marí, min.86
Árbitro: Soto Grado (comité riojano). Expulsó a Paulista (min.92) por doble amonestación. Además, mostró tarjeta amarilla a Luca de la Torre (min.27) y Gabri Veiga (min.40) por parte del Celta, y a Diakhaby (min.19), Moriba (min.71) y Almeida (min.87) por parte del Valencia.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 34 de la LaLiga Santander disputado en el estadio Abanca Balaídos ante 14-571 espectadores.