Quique Sánchez Flores era destituido hace unas semanas como entrenador del Getafe. La pequeña reacción del equipo madrileño tras su salida, con un triunfo la pasada semana, le señaló como culpable, pero él ha querido salir a la palestra y, a lo largo de esta semana, no sólo se ha defendido, sino que ha señalado una forma de trabajar del club que no deja bien a su presidente, Ángel Torres y, sobre todo, al nuevo director deportivo del Real Betis, Ramón Planes.
Hace tan sólo dos días, en Relevo, el preparador madrileño arremetía contra la cúpula del club azulino y, entre otras cosas, aseguraba que le habían obligado a sacar a todos los fichajes y le habían desequilibrado, así, el equipo. "Decían que la plantilla estaba mal aprovechada, que el equipo estaba para más... Era una falta de humildad tremenda. Deberíamos haber sido más inteligentes y retirar ese mensaje a tiempo. Yo no puedo hacer lo que Bordalás, que en el segundo partido no puso a ninguno de los fichajes. Ya me han estado diciendo que yo no sacaba rendimiento a los maravillosos fichajes que se habían hecho. Si llego a hacer lo de Bordalás, sé que al día siguiente estoy fuera. Se me tomaría como un atentado al club", indicaba entonces Quique.
Pero ahora ha ido más allá y, en AS, ha señalado nombres propios y, en concreto, a Ramón Planes. “La plantilla se alejó muchísimo de lo que nosotros proponíamos. Cuando acabo las temporadas presento un informe a la dirección deportiva y al presidente para que sepan cuáles son nuestras debilidades y dónde se puede mejorar la plantilla. Al final, la hoja de ruta fue otra completamente diferente a la que yo presenté. Yo quería continuidad de lo que terminó el año anterior, pero me vaciaron el centro del campo y me llenaron de delanteros. Ahí empiezan a complicarse las cosas”, afirma Quique, quien reconoce que el proyecto fue "totalmente distinto" del que él "pensaba" cuando firmó la renovación.
"En pretemporada tenía a nueve futbolistas y 15 de la cantera. (...) No teníamos equipo, pero decían que era mejor esperar a fichar al final del mercado, a últimos de agosto, porque es más barato. Claro, y también cuando ya queda poco o nada. Al final, cuando se ficha ya se han jugado dos jornadas. El resultado fue que sólo hicimos un punto en las cuatro primeras jornadas, mientras Osasuna, por ejemplo, tenía 9. El Rayo no sé cuántos puntos también y ya eran equipos trabajados. A ver cómo les recuperas ahora esos puntos", añade el extécnico getafense antes de señalar directamente al culpable: "Se firmaron sólo a dos jugadores de mi lista pero a 10 de la lista del director (Planes)".
Ante la pregunta de si Planes le señaló públicamente diciendo que había equipo para estar más arriba, Quique Sánchez Flores lo confirma. "Es importante que, para que todo fluya, un entrenador deba influir, pero cuando tú intentas influir y, por el otro lado, al grupo le está entrando un mensaje completamente diferente, pues eso distorsiona mucho. El relato de dentro del club era distinto al del entrenador. Y esto ha pasado durante toda la temporada. Me hubiera gustado que hubiera más humildad, pero eso de poner a los jugadores y al club en unos objetivos hiperaltos... ¡Pero si no se sabía siquiera cuál iba a ser el rendimiento! Así es difícil, por no decir imposible", indica el entrenador madrileño, que sigue "sin saber" por qué no pudo alinear a Maksimovic durante los dos meses siguientes al Mundial de Qatar 2022.