"Me gustaría ir a Inglaterra a trabajar, ya los sabéis, no lo escondo... No voy a ir a cualquier equipo, me gustaría ir a un equipo importante, hay un número de equipos muy pequeño y hay muchos entrenadores buenos que pujan por ese puesto", dijo Luis Enrique Martínez hace algunos días, en su primera entrevista tras dejar a la selección española. En sus declaraciones descartó a Brasil, para la que sonó, y parece que su sueño de entrenador en Inglaterra se va a cumplir.
El asturiano y el exfutbolista Iván de la Peña, amigo íntimo del entrenador y que estaría ejerciendo de intermediario, están viajando a Londres, según informa 'Jijantes', para cerrar la operación con el Chelsea.
Hay que recordar que el conjunto londinense cesó recientemente a Graham Potter y colocó al español Bruno Salton como técnico interino. El mejor colocado para sustituir a Potter parecía Julian Nagelsmann, pero el alemán no querían coger ahora el equipo y quería empezar de cero en verano.
Todd Boehly, nuevo propietario del club tras la marcha de Román Abramóvich, y el director deportivo, Christopher Vivell, se pusieron muy nerviosos tras la última derrota ante el Aston Villa de Unai Emery, necesitando un golpe de efecto para afrontar la eliminatoria de la Liga de Campeones ante el Real Madrid.
Sin duda, el dinero no será un problema para convencer a Luis Enrique, puesto que el Chelsea pagó 20 millones al Brighton para fichar a Potter cuando destituyó a Thomas Tuchel, por no hablar de los cerca de 800 millones de euros que lleva gastados esta temporada en fichajes.
Luis Enrique llegaría al banquillo del Chelsea en el momento más complicado de la última década, con el equipo en undécima posición y a 11 puntos de la quinta plaza, que da acceso a la Europa League. Siendo la Champions League la única opción de ganar un título este curso y casi de clasificarse para Europa.
Si Luis Enrique acaba cerrando su llegada al Chelsea, como todo parece indicar, el morbo está servido, puesto que el ex del FC Barcelona y la AS Roma aterrizará para medirse al Real Madrid, pisando un campo como el Santiago Bernabéu, un estadio donde el exseleccionador dejó momentos para la historia como futbolista y como entrenador.