Llega el final de temporada y con ello los nervios en los clubes que ven cómo cualquier decisión puede costarle muy caro, siendo una de las consecuencias un indeseado descenso a Segunda división que es justo lo que puede sufrir el RCD Espanyol. Es por eso por lo que el RCD Espanyol acaba de sacar un comunicado en el que se queja de las actuaciones arbitrales que ha sufrido durante esta temporada siendo la gota que colma el vaso el mal arbitraje que, supuestamente, el RCD Espanyol ha sufrido por parte del andaluz Munuera Montero en el choque contra el Athletic Club.
Emulando al Sevilla FC, quien también mostró su malestar tras el partido contra el RC Celta, el RCD Espanyol ha dado a conocer que no ve justo el gol que se le ha anulado al final de la primera parte por unas manos de Joselu que, posteriormente, dio lugar a tanto de Martin Braithwaite que pudo suponer el 1-1.
Así pues, el RCD Espanyol acabó perdiendo contra el Athletic Club y seguirá en puestos de descenso a Segunda división, siendo su próximo partido contra el Real Betis en donde no podrá contar con Óscar Gil y con Aleix Vidal, ambos por sanción.
"El RCD Espanyol de Barcelona quiere mostrar su disconformidad y preocupación ante las actuaciones arbitrales recibidas a lo largo de la temporada y especialmente, ante la disparidad de criterios arbitrales en la aplicación del VAR.
Entendemos que diferentes errores en el uso de la tecnología VAR han perjudicado de forma notable a nuestro equipo, algo que es más que evidente en las dos últimas jornadas. En la pasada, en Girona, un penalti señalado por el colegiado a nuestro jugador, Vinicius de Souza, en las postrimerías del partido, no es revisado por el VAR a pesar de que no existe acción punible alguna en el área; hoy, sin embargo, sí entra en escena el VAR para anular un gol legal a Martin Braithwaite en el minuto 43 del RCD Espanyol - Athletic Club, al señalar una supuesta e inverosímil mano voluntaria previa de Joselu Mato. Sin embargo, lo que confirman las imágenes del propio VAR es que el delantero, es claramente agarrado por el brazo por el jugador del Athletic Club, Vivian, dentro del área y, como consecuencia, el balón le impacta en la mano, siendo además imposible que exista voluntariedad alguna en la acción. Tampoco se estimó oportuno hoy mostrar la segunda tarjeta y, por tanto, la expulsión, de Dani García en el minuto 42 de partido, cuando corta, sin opción alguna de disputar el balón, una acción de contraataque de nuestro equipo en la que se aplica ley de la ventaja.
Hablamos de acciones determinantes para el resultado final de los últimos dos encuentros. Acciones que se suman a agravios comparativos como los sufridos en la jornada 2 frente al Rayo, en la que el VAR interviene para expulsar a Sergi Gómez por un supuesto codazo a un rival o en la jornada 7, frente al Valencia, en la que el expulsado por idéntica acción, también tras revisión del VAR, fue Martin Braithwaite. No estimó oportuno el VAR revisar una acción idéntica en la jornada 19 en Almería, cuando la víctima de la acción fue el delantero danés. Un partido en el que tuvimos el dudoso honor de asistir a la primera revisión a pie de campo por parte del colegiado de un fuera de juego milimétrico varios pases antes de una acción que acabó en un penalti clamoroso sobre Edu Expósito, que además hubiera conllevado la expulsión de César de la Hoz.
De nuevo, y a pesar de acabar en victoria el encuentro, el partido contra el Betis en la jornada 18 significó un gol anulado a Aleix Vidal por una supuesta falta previa de Puado. Un Puado que fue agarrado por un rival en el área antes de que, en una acción para tratar de desembarazarse del mismo, golpeara fortuitamente la cara del jugador contrario. Tampoco ahí apareció el VAR.
Y un largo etcétera de acciones en las que el denominador común es el dispar criterio a la hora de usar o no la tecnología VAR existente y el claro perjuicio, a nuestro entender, de nuestros intereses.
No pretendemos excusar en lo arbitral, errores propios, que son los que principalmente nos colocan en una compleja situación deportiva en este final de temporada. Somos y seremos respetuosos con la difícil labor arbitral y hemos mostrado una exquisita empatía en lo que va de competición, a pesar de haber sentido, en reiteradas ocasiones, que el criterio y las decisiones nos eran esquivos. Pero no podemos seguir impasibles antes una situación de objetivo perjuicio y dispar criterio en el uso de la tecnología y en la aplicación del reglamento".