Óscar Murillo4 min lecturaNo fue un domingo de buenas noticias para Real Betis y Sevilla FC en el plano arbitral. Obviamente, como profesionales bien remunerados que son, a los colegiados no hay que agradecerles cuando aciertan. En todo caso, cuando no se empecinan en mantener su criterio si desde la sala VOR le están avisando de un error manifiesto. En el Ramón Sánchez-Pizjuán, el 2-1 al Almería pudo verse afectado si Mateu Lahoz comunica a De Burgos Bengoetxea no ya que lo de Pozo sobre Telles era penalti, sino también otras dos acciones antes del descanso que perjudicaron a los de Sampaoli (mano de Luis Suárez a remate de En-Nesyri y agarrón del hervense a Badé) y una en la reanudación a los de Rubi (empujón por detrás de Bryan Gil al lateral ex sevillista). En La Cerámica, el 1-1 también queda en entredicho ante la dudosa posición de Yeremy Pino en el gol del empate y la roja al limbo para Gerard Moreno.
Jaime Latre, que 'ayudaba' en Villarreal desde Las Rozas a Ortiz Arias, entendió que la involuntariedad exculpaba al delantero amarillo cuando éste paseó sus tacos desde la tibia al tobillo izquierdos de Miranda, anulando bien un tanto en el 88 a Morales por claro fuera de juego. Eso sí, se refiere otra entrada de igual magnitud de Guardado a Pau Torres con los tacos que, para colmo de desatinos, supuso amarilla para el central local. Una por otra, entenderán algunos, aunque el extraño trazado de la línea en el segundo gol, más gruesa de lo normal y con frames distintos para que la bota izquierda de Aitor Ruibal creciera 'ad hoc' y coincidiera con el dibujo ha llamado bastante la atención a los expertos, con las redes y la televisión como aliados.
Aun así, todavía tendrán que callarse en Nervión y Heliópolis, según el experto en estadísticas @pedritonumeros, quien desvela que, de no ser por las intervenciones del VAR, el Betis tendría dos puntos menos, por lo que bajaría del quinto al sexto puesto de la tabla, siendo superado por los csastellonenses. Con 40 y no 42 unidades en su casillero, el cuadro de Pellegrini jugaría ahora la Conference League si LaLiga terminase ahora mismo. La Champions le quedaría no a tres, sino a cinco, viendo reducido su colchón a la nada. Y, si actualmente tiene siete puntos más que el séptimo, éste cambiaría de nombre y ya quedaría todo rebajado a tres (dos en realidad, pues el Celta se lleva el duelo particular con los heliopolitanos).
En lo que se refiere al Sevilla, perdería un punto y, por ende, pasaría a tener 27, solamente uno más que Getafe y Valladolid (fuera de peligro los azulones, pero en descenso los pucelanos). El Almería estaría desahuciado, con 20, como el Elche, pero los franjiverdes con tres más que en la realidad, mientras que el Cádiz sumaría cuatro extra y, con 31, escaparía claramente del peligro. Hace unos días, otra información de del mismo autor reflejaba que el beneficio al Betis con las rectificaciones de los árbitros por indicación de la sala de videoarbitraje había sido de siete puntos hasta la jornada anterior, más que nadie en LaLiga.