'A rey muerto, rey puesto', apunta el refranero español. Por suerte, Antonio Cordón está vivito y coleando, pues su confirmado adiós al Real Betis a final de temporada no se debe a ningún problema de salud propio o de los suyos. Tampoco a discrepancias internas, como ya se avanzó este lunes por la tarde en ESTADIO Deportivo y confirmaron las dos partes en las horas siguientes. El extremeño, cansado y con la sensación de haber cumplido un ciclo, renuncia al año de contrato que le quedaría y haría uso de la cláusula de rescisión unilateral de la que dispone a fecha 30 de junio de 2023. Dicen sus allegados que para resetearse, casi con toda seguridad en la capital hispalense, a la espera de nuevos retos, a ser posible sin la presión de la elite. Un objetivo extraño para alguien que, como el de Granja de Torrehermosa, ha trabajado ya para Villarreal, Mónaco, el conglomerado chino (Hope Group) que compró Granada y Parma, el club heliopolitano y la Federación de Ecuador. Y que tiene 59 años, no 80. Que no haya verbalizado la inexistencia de ofertas de entidades más pudientes que sí niega su círculo más próximo escama a más de uno, aunque, en cualquier caso, estaría en su pleno derecho.
Mientras, en Barcelona ya hay quien lo coloca junto a Mateu Alemany y Jordi Cruyff, al que ya llevó como seleccionador al país suramericano, aunque el ex del Mallorca y Valencia ya es director de fútbol, mientras que el hijo de la leyenda culé ocupa el cargo de director deportivo, por lo que difícilmente Cordón tendría acomodo allí. Además, Besoccer le ha preguntado al respecto, recibiendo un rotundo desmentido: “Me estoy riendo... No tengo nada con ningún club. Mi salida no es porque me vaya a un club... de momento, así que nada. No van por ahí los tiros de mi salida; sí es cierto que, indudablemente, ahora me van a vincular a muchos equipos, tanto en Europa como en España, pero es lo que hay; es algo que tengo que asumir”. Sea como fuere, de si coge inmediatamente las riendas de un equipo o no dependerá, en parte, la decisión que tomen los responsables verdiblancos sobre su relevo. En estos momentos, no hay nada acordado, pendientes Haro y Catalán de que el extremeño termine su trabajo en lo que se refiere a renovaciones y fichajes adelantados antes de marcharse. Con Ramón Alarcón, nuevo CEO, al frente de las deliberaciones, se debatirá si conviene una solución continuista, una revolución o una vía intermedia. Lo segundo está descartado, salvo improbable desbandada del actual organigrama. Para la primera opción, habrá que esperar a los movimientos de Antonio.
Los dos candidatos ideales para la sucesión son los secretarios técnicos en la sombra. En la sombra porque ni el propio Cordón confirmó su presencia en su departamento, aunque no es ningún secreto que Alberto Benito, ex de Cádiz o Almería entre otros, ejerce desde Madrid, mientras que José Ignacio Navarro le acompaña 'in situ' en su aventura hispalense. De este último, sevillano y bético según muchas fuentes pese a que se iniciase en el 'staff' técnico del eterno rival (primero, con el Sevilla FC Femenino y, luego, como analista del equipo de Monchi), apenas hay imágenes (arriba, una captura de hace una década durante una intervención en los medios oficiales nervionenses). Discreto, como le gustan al todavía director general deportivo de los heliopolitano, este ejecutivo ya fue jefe de 'scouts' en Villarreal, Mónaco y Hope Group. Amante del fútbol portugués, controla perfectamente la Primeira Liga y, por extensión, el otro gran país luso-parlante, Brasil, además del resto de Suramérica. Suyo es gran parte del mérito de los fichajes de Abner Vinícius, Luiz Henrique y, aunque ya estaba jugando en Europa, Luiz Felipe, al que seguía desde Ituano. Sería raro verle separado de Cordón y con mayor presencia mediática, pero una bicefalia con Benito se contempla como ideal en los despachos del Villamarín.
De marcharse con su actual 'jefe' y prolongar los muchos años de colaboración, desde luego el Betis se encontraría con un problema. En ese caso (o si Benito, por ejemplo, no pudiese trasladarse a Sevilla), el objetivo será mantener la mayor parte del dibujo actual de la secretaría técnica, contratando a una persona que la coordine. Ahí, como ya se avanzó en este portal web, no se pierde de vista a dos de las alternativas contempladas en 2020, cuando se acabó apostando por Antonio Cordón. Algunas fuentes apuntan a David Belenguer, que compró y relanzó en 2018 al Tondela portugués, precisamente, con el respaldo económico del grupo chino que se apropió de Granada o Parma, aunque parece que los tiros no irían por ahí. Sí gozan de mucha consideración Ramón Planes, ex directivo del Barcelona que se hizo cargo el pasado verano del Getafe pero que podría salir sin mayores problemas, y Antero Henrique, alto ejecutivo del PSG con permiso, como Luis Campos (que ha sustituido en el Celta a Felipe Miñambres), para diversificar sus servicios de asesoría. El portugués podría mediar entre las instituciones heliopolitana y parisina, enfrentadas en los tribunales deportivos por el 'caso Lo Celso', y abrir, por qué no, una vía de colaboración para futuras cesiones y promociones de jugadores.