Trece jugadores han comenzado hoy la pretemporada con el
Real Zaragoza que, dada la delicada situación económica que atraviesa la
SAD, aún sin solventar, todavía no saben si podrán iniciar la
Liga Adelante con el club aragonés.
Todos los componentes de la primera plantilla con contrato profesional, a los que se ha añadido el portero del filial
Óscar Whalley, se han sometido a diferentes pruebas analíticas, médicas y antropométricas.
De los trece convocados, el club pretende desprenderse, por su elevada ficha, de cuatro de ellos.
Álvaro González,
Abraham Minero,
Paco Montañés y
José Javier Barkero serían los elegidos, ya que superan ampliamente los 200.000 euros marcados como tope salarial para la nueva campaña.
A los cuatro citados también podría unirse el atacante
Víctor Rodríguez, uno de los pocos jugadores con los que la entidad zaragocista podría obtener algún ingreso extra para aliviar su precaria situación económica. Del resto de jugadores,
Jorge Ortí sigue el proceso de recuperación de la grave lesión que sufrió durante su cesión con el filial del
Villarreal, mientras que también ha vuelto de otra cesión
Lucas Porcar y el recién incorporado
Adán Pérez.
En el aspecto meramente económico, la parte de propietarios que ha asumido la gestión de la Sociedad Anónima Deportiva, que encabezan
Javier Lasheras y
Luis Gamón, siguen sin recibir una respuesta afirmativa por parte de la
Agencia Tributaria a su calendario de pagos para hacer frente a la deuda, que asciende a unos 29 millones de euros.
Todo ello está provocando que de momento no llegue el acuerdo con un grupo inversor que pueda hacer frente a los diferentes pagos para que en la reunión de la comisión mixta de la
Liga de Fútbol Profesional y la
Asociación de Futbolistas Españoles, del próximo 25 de julio, se le dé luz verde para iniciar la temporada.
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