El cambio radical que han experimentado en sus vidas Los Mozos de Arousa es más que evidente desde que comenzaran a participar en Reacción en Cadena. En algo más de un año han pasado de ser tres jóvenes anónimos a convertirse en auténticas estrellas de la televisión, acumulando ya un premio de 2’5 millones de euros que, además, le brindan una estabilidad financiera con la que nunca habrían soñado.
Lo que todo comenzó como una oportunidad televisiva casual ha pasado a convertirse en una auténtica forma de vida, transformando de manera radical su día a día. Algo que jamás imaginaron cuando salieron de su Arousa natal.
El éxito del concurso que dirige Ion Aramendi es consecuencia, también, del éxito de Los Mozos de Arousa; o lo que es lo mismo: Borjamina, Raúl y Bruno, quienes se han sincerado en una entrevista con El Español donde también relatan la cara ‘B’ de todo lo vivido en estos últimos meses.
El éxito de la fama y del reconocimiento público también esconde otros aspectos de más dudoso gusto. Un frenético cambio de vida que no ha sido del todo sencillo de gestionar. Vivir en el foco mediático no es siempre sencillo, como ellos mismos reconocen. Desde salir a la calle sin ser reconocidos o convertirse en foco de todas las miradas. Sus seguidores les piden fotografías y autógrafos; algo que les llena de orgullo, pero que también, en cierta manera, les hace echar de menos su antigua vida en ciertos momentos.
"Me ha quitado tiempo que antes dedicaba a mi familia y a mi pareja, porque llevamos mucho tiempo de un lado a otro. Sin embargo, nos ha dado una experiencia vital única y una seguridad económica que es difícil de conseguir”, explica Raúl, quien entiende que el programa ha sido también una oportunidad de crecimiento.
Borjamina, su hermano, resalta tanto lo positivo como lo negativo, pues también existe. Destaca el gallego que su presencia en televisión ha beneficiado enormemente a su asociación, Arousa Moza, dándole visibilidad a causas sociales. Sin embargo, también ha tenido que renunciar a ciertas actividades que le apasionaban: “Echo de menos estar presente en las actividades o poder viajar con la frecuencia de antes".
El ritmo de grabación también resulta agotador en ciertos momento. Y es que los tres jóvenes viajan entre Galicia y Madrid semanalmente recorriendo miles de kilómetros: "Hemos viajado más de 40.000 kilómetros solo en tren para poder participar en el concurso”. Además, en la capital de España disfrutan de poco tiempo libre, por lo que no pueden disfrutar en Madrid como les gustaría.