A Fekir se le piden milagros

A Fekir se le piden milagros
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura
Hasta en partidos malos como el de este pasado domingo, en la derrota del Real Betis por 0-2 ante el Villarreal CF, el nombre de Nabil Fekir se repite en numerosas ocasiones en el resumen con las mejores acciones del encuentro. No obstante, por su calidad siempre se espera más y en los escasos días que el equipo pierde se fiscaliza mucho más al detalle su rendimiento; pero da la sensación de que a veces se le piden milagros.

Unai Emery logró cortocircuitar la capacidad asociativa del cuarteto atacante de los verdiblancos, en el que Pellegrini basa gran parte de ese innegociable protagonismo que busca su estilo. No es que Fekir -y Canales, Juanmi o los delanteros- apareciese menos, es que el Villarreal consiguió aislarles y obligarles a jugar siempre en situación desfavorable (de espaldas, rodeados, sin opción de pase...) tener que tirar de individualidades de escasa probabilidad de éxito.

Es normal que el listón esté muy alto cuando se trata de un campeón del mundo, uno de los mejores jugadores de LaLiga, que copa los primeros puestos de las clasificaciones de regates, faltas y penaltis provocados, asistencias... No en vano, se le sigue achacando que le falta ser más goleador para ascender a la categoría de gran estrella.

Ésa es la principal crítica que se le hizo en el partido del domingo, su falta de acierto en los últimos metros, en las decisisiones decisivas y en ese disparo cruzado que se marchó rozando el palo izquierdo de Rulli, al poco de iniciarse la segunda mitad y cuando el marcador aún iba 0-1. Ahí estuvo el partido. Y es tan lógico que venga a la memoria ese cartel de 'poco goleador' como injusto, ya que también podría decirse que fue la única ocasión realmente clara que fue capaz de crear el Betis en todo el choque.

Además, hay cifras que ayudan a discutir con argumentos ese debate sobre si a Fekir le falta gol o no. Esta temporada, suma la nada despreciable cifra de 7 dianas en 28 encuentros; a un gol cada cuatro partidos, una media bastante aceptable para un creador de juego que no tiene en la finalización su principal responsabilidad y que, además, comparte alineación con jugadores inspirados en ese sentido como Juanmi (16 tantos este curso), Borja Iglesias (12), Willian José (7) o Sergio Canales (6).

Tampoco puede desdeñarse el factor suerte. Hasta los más grandes necesitan que la Diosa Fortuna les bendiga. Y no sólo por disparos como el del Betis-Villarreal en el que se queda a centímetros de celebrar un gol, ni tampoco por las buenas paradas que obliga a hacer a los porteros. Además de todo eso, Fekir podría sumar cinco tantos más a los siete que lleva de no haber sido por los postes.

Es más, según el dato de la cuenta de estadísticas @OptaJose, sólo hay tres jugadores con más remates al palo en las cinco grandes ligas europeas en esta 2021/2022: Lionel Messi (PSG) y Bryan Mbeumo (Brentford), con 7 maderas y Robert Lewandowski (Bayern), con 6. Con cinco, como Fekir, están Raúl de Tomás (RCD Espanyol) y Tammy Abraham (AS Roma).




Ante el Villarreal, en un partido que ciertamente fue discreto (17 pérdidas de balón), Fekir fue capaz de intervenir en 61 jugadas del Betis. Dio un total de 31 pases buenos con una precisión del 86,1 por ciento, colgó cinco centros al área y disparó tres veces: una a puerta, parada por Rulli; otra fuera, la ya citada que cruzó ligeramente de más; y otra bloqueada por un zaguero visitante. Asimismo, completó el 50 por ciento de los regates que intentó y ganó siete de sus 10 duelos individuales.

Y todo ello, en un mal partido. En una versión deficiente del propio Nabil Fekir y de todo el Betis. Desde luego, da que pensar. A veces da la sensación de que más que goles, lo que se le piden son milagros.