LA CRÓNICA

Betis 2-1 Valencia: Enésima acrobacia sobre el alambre

Betis 2-1 Valencia: Enésima acrobacia sobre el alambre
El Betis de Rubi coge oxígeno. - Aitor Torvisco (@ATorviscoED)
Aitor TorviscoAitor Torvisco 10 min lectura
No se sabe bien a qué juega, funciona a trompicones, se le nota precipitado, se sobreexcita y le cuesta un mundo ganar partidos, sustento sin el que ningún entrenador del mundo puede aspirar a sobrevivir; pero este Betis es cada día que pasa un poco más sólido y ha adquirido un asombroso nivel de tolerancia ante la adversidad.

Como decía la canción que Paco Chaparro hacía sonar en el vestuario del Benito Villamarín, este equipo es como el junco, que se dobla pero siempre sigue en pie. Le golpean con cierta facilidad, pero cada vez cuesta más tumbarle. Y esta resistencia ante los fuertes vientos que soplan en su contra mientras hace acrobacias en el alambre es, ante todo, digna de valorar. Debería serlo, incluso, aunque no hubiese llegado el balsámico gol de Sergio Canales en el postrero minuto 95.

El Betis sumó tres valiosos puntos ante el Valencia, un rival de Champions que llegaba a Heliópolis enrachado a pesar de las numerosas bajas. Nunca se amilanó, no se conformó con el 1-1 ni se dejó asustar por las claras ocasiones que Parejo y Kangin Lee tuvieron para hacer un 1-2 que a todas luces habría sido injusto. Decidió morir en el área visitante, porque sumar un punto le sabía a poco después de ver cómo tres paradones de Cillessen, el último para desviar al larguero un cañonazo de Fekir, evitaban una victoria muy merecida por ocasiones, por juego, por actitud y por coraje para hacer frente a unas circunstancias adversas que dejaron a Rubi jugándose el puesto sin mediocentros y sin centrales.

Bartra se unió a William Carvalho y Javi García en la enfermería y, a la ausencia por sanción de Feddal, se unieron las molestias que obligaron a pedir el cambio al debutante Édgar González y a Sidnei. Barragán acabó de improvisado central diestro. Hace unas semanas, las circunstancias obligaron al técnico catalán a renunciar a su dibujo para buscar una solidez defensiva a la que se empezaba a acercarse con una defensa de cinco; pero el destino, siempre caprichoso, forzó al de Vilassar de Mar a volver a dar un volantazo y eso, unido a la presión de vivir con la soga al cuello, dificulta mucho su tarea de dotar al Betis de una personalidad propia que permita al aficionado identificarse con los suyos, entender la propuesta y tener la paciencia que el técnico pide en sala de prensa con humildad y desde la autocrítica.

A pesar de todo ello, la iniciativa siempre fue de su equipo. Sin balón, presionó arriba y estuvo bien posicionado, con línea de cinco atrás aunque con Édgar saliendo de su zona para ser la sombra de Rodrigo. En ataque, todas las aproximaciones locales nacían de las siempre explosivas arrancadas de Álex Moreno por la banda izquierda, con Joaquín y Fekir demasiado intermitentes entre líneas, con Loren más aislado que de costumbre y con Canales asumiendo de manera casi exclusiva las labores organizativas.

Estas jugadas por el carril zurdo de los verdiblancos, un cabezazo de Gabriel Paulista en una acción a balón parado y sendos zapatazos lejanos de Gayà y Joaquín fueron las noticias más relevantes en la primera media hora de un choque en el que los dos equipos masticaban mucho cada jugada. El Valencia, obligado por un Betis muy ordenado que le impedía salir a la contra y que buscaba hacer un dos contra uno al poseedor del balón. Los de las trece barras, porque no terminaban de encontrar ese último pase que iluminase su inspiración en los últimos metros.

El equilibrio de la balanza sólo lo podían alterar destellos individuales. Y ahí fue donde irrumpió Ferrán Torres. El internacional sub 21 llevaba unos minutos viendo que a la espalda de Álex Moreno había metros para exhibir su potente zancada y su habilidad para el desborde. Arrancó a 25 metros de la portería de Joel, le hizo el lío al lateral catalán y a Guardado, esperó a que Sidnei y Édgar salieran a cerrarle el paso y filtró un balón que Maxi Gómez remachó en el área pequeña.

Hasta, el guion de siempre. El Betis manda en el partido y su rival se adelanta. Sin novedad en el frente. Quizás por eso ni al técnico, ni a los jugadores, ni al público (más allá de algún pequeño murmullo) pareció afectarles el 0-1.

Volcar todo el peso de tu juego ofensivo a las carreras de Álex Moreno había descubierto su punto débil, pero también su mejor arma, una espada que blandió para empatar sólo cinco minutos después. En el 37', una asistencia del ex del Rayo encontró un magistral golpeo de Joaquín, mitad con su empeine y mitad con el alma, ante el que Cillessen no pudo hacer nada. Sí apareció el meta holandés al filo del descanso, cuando sacó una mano salvadora al remate cruzado de Fekir.

El franco-argelino, demasiado intermitente en el primer tiempo, se animó a partir de esa ocasión y, aunque estaba claro que no era su mejor día, comenzó a acumular tímidos disparos que cada vez se acercaban más al gol, sobre todo, el balón que estrelló contra el larguero después de ser rozado por el meta che; que se lució también a un zapatazo de Álex Moreno.

El '8' lideró una fase en la que el Betis quizás no fue mejor que en la primera hora de encuentro, pero sí culminaba más jugadas y eso ayudaba a ser optimista. Con el Valencia embotellado, Celades reaccionó y se lanzó un órdago formando con el recién entrado Gameiro junto a Maxi Gómez y un Rodrigo que jugó algo más descolgado hasta ser suplido por Soler. Rubi no se replegó y respondió pasando por obligación al 1-4-2-3-1, tras la entrada de Borja Iglesias y Barragán por los lesionados Édgar y Sidnei y con la de Pedraza por un apagado Loren.

Con el equipo verdiblanco volcado, Parejo obligó a lucirse a Joel con un disparo desde la frontal y Kang In Lee mandó un disparo lejano al larguero. No varió el rumbo bético, que encontró su justo premio en una falta lateral que Canales amagó con colgar y que acabó en la escuadra de un Cillessen que se movió en falso justo antes de que la rosquita del cántabro sobrevolase su espacio aéreo.

Decía Rubi que, cuando uno se acostumbra a ir tanto al matadero, cada vez le afecta menos. Algo así le debe pasar a su equipo, habituado a recibir siempre el primer puñetazo en cada contienda. Ha empezado perdiendo en siete de sus ocho citas como local (en todas menos ante el Celta), pero en todas supo reaccionar y eso le ha dado para sumar cuatro victorias y dos empates en esos ocho choques en casa. En concreto, estos tres últimos puntos, son oro puro. Oxígeno intravenoso.

- Ficha técnica:

2 - Betis:
Joel Robles; Emerson, Mandi, Edgar (Borja Iglesias, m.69), Sidnei (Barragán, m.77), Álex Moreno; Joaquín, Guardado, Canales, Fekir; y Loren Morón (Pedraza, m.81).

1 - Valencia: Cillessen; Costa, Mangala, Paulista, Gayá; Ferrán Torres (Kang In, m.86), Wass, Parejo, Manu Vallejo (Gameiro, m.65); Rodrigo (Carlos Soler, m.75) y Maxi Gómez.

Goles: 0-1, M.32: Maxi Gómez. 1-1, M.37: Joaquín. 2-1, M.93: Canales.

Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a los locales Edgar (m.32) y Álex Moreno (m.63) y a los visitantes Wass (M.57) y Gayá (m.93).

Incidencias: Partido de la decimocuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Benito Villamarín ante cerca de 47.000 espectadores. Asistió al partido, aunque no desde el palco de autoridades, Lorenzo Serra Ferrer, exentrenador del Betis y que hasta la conclusión de la pasada temporada ejerció como vicepresidente deportivo de la entidad, de la que salió tras no llegar a un acuerdo para seguir vinculado al club. Antes del encuentro el 'ocho con timonel' del Betis que el pasado 9 de noviembre ganó la tradicional regata de remo 'Sevilla-Betis' fue homenajeado en el césped del estadio.