Si repasamos las últimas dos décadas del baloncesto español podemos decir que casi sin ninguna duda que ha sido la mejor época de su historia. Los júniors de oro llegaron a la cima que se presuponía desde aquel mundial de la categoría en 1999 y desde ese momento todo cambió. Pero esa generación no estuvo sola, porque tras ellos llegaron para sumarse otros nuevos que se adaptaron como anillo al dedo a un bloque casi perfecto. Los Marc Gasol, Rudy Fernández y compañía son también leyendas en sí mismas, pero es imposible pasar por alto de alguien que se encargó de vivir los últimos momentos de esa generación y comandar la siguiente, Ricky Rubio.
El base de El Masnou salió muy pronto de la cantera del Joventut de Badalona, tanto que siendo apenas un niño ya estaba en la élite, batiendo uno tras otro récords de precodidad. Después se fue al Barça y se convirtió en uno de los mejores de Europa, por lo que el siguiente paso estaba claro, la NBA. Y hasta allí se fue siendo elegido entre los primeros 'picks' del draft.
Y tras eso grandísimos partidos en la mejor liga del mundo, además de con la selección, con la que vivió hasta el final de sus carreras grandes momentos, siendo incluso el MVP del Mundial de 2019 ganado por España. Sin embargo, también muchas lesiones gravísimas de rodillas que le costaron la carrera, porque tuvo graves problemas de salud que le obligaron primero a abandonar la NBA; y segundo, a dejar el basket tras un paso final por el Barça. Pero ahora, ya retirado, está buscando nuevos retos fuera del parquet.
Uno de los deportes más practicados en España es el 'running', ya que no son pocos aquellos que buscan nuevos retos y eligen calzarse las zapatillas y poco a poco ir rebajando sus marcas, y eso es lo que ha hecho el eterno 9 a sus 34 años. En esta época en la que se disputan las tradiciones San Silvestre con las que se pone fin al año, Rubio ha decidido participar en la más antigua de toda Cataluña, la de El Masnou, su localidad natal.
Allí ha sido uno de los 2300 'runners' que se han lanzado a la calle. Y además lo hizo a buen ritmo, pues cruzó la meta tras recorrer los 5 kilómetros del recorrido en 24 minutos y 35 segundos, es decir a menos de 5' el kilómetros, un tiempo nada desdeñable.