Rafa Nadal comienza hoy su periplo por el Masters 1.000 de París-Bercy, su primer compromiso profesional desde que se convirtiera en padre primerizo el pasado 8 de octubre. Como no podía ser de otra forma, fue preguntado por su nuevo estatus en la rueda de prensa previa a la competición. Con el semblante serio que le caracteriza, el de Manacor, bromeó sobre su interacción con el pequeño Rafael: “Con él… aún no habla del todo. Casi. Es difícil interactuar con un bebé de apenas tres semanas”.
Después del chascarrillo, Rafa Nadal reconoció que gracias a la tecnología y las “videollamadas”, puede ver a su hijo todas las veces que quiera, “algo que otras generaciones no podían hacer”. El número 2 del mundo aseguró que así la distancia “se hace menos dura”, pero que ya lo “mucho echa de menos”.
El tenista mallorquín, que ya dejó claro que su guerra no está en luchar por el número uno, vuelve a la acción ante Tommy Paul. El estadounidense es su primer rival para tratar de conquistar uno de los Masters 1.000 que se le ha resistido históricamente ya que sólo ha jugado en una ocasión la final, en 2007 con derrota ante el argentino David Nalbandián (6-4 y 6-0). Nadal y Paul se han visto ya las caras anteriormente el Acapulco, donde ganó el español en dos sets: 6-0 y 7-6(5).
El balear ha llegado a las semifinales en sus dos últimas participaciones y tendrá un cuadro con posibles cruces con el griego Stefanos Tsitsipas, el noruego Casper Ruud o el serbio Novak Djokovic, con el que se vería en unas hipotéticas semifinales.
Precisamente ‘Nole’ ha iniciado su participación en París con un triunfo sobre el estadounidense Maxime Cressy 7-6(1) y 6-4. Pero no ha sido una victoria cualquiera, ha logrado las 48 victorias en masters indoor (bajo techo), superando así las 47 que consiguió el mítico Pete Sampras.
Rafa Nadal jugó su último partido a finales de septiembre en la Copa Laver, el emotivo doble de despedida junto a Roger Federer, y después ha estado sin jugar tras ser padre por primera vez y para afinar su puesta a punto para un cierre de año que se le suele atragantar. “Siempre ha sido duro irme de casa para jugar, sinceramente, pero ahora con mi hijo más aún", explicó.