En el deporte no se puede dar nada por hecho, y mucho menos en el tenis. En un juego en el que cada deportista está solo ante el peligro, cualquier matiz puede ser que la historia cambie hasta que se dé el resultado más insospechado, algo que ha ocurrido hoy mismo en la pista central de Wimbledon.
Con la hierba como testigo, uno de los favoritos a hacerse con el título ha sucumbido ante un jugador que no solo está fuera del top-100 de la ATP, sino que en toda su carrera no había sido capaz de derrotar a uno de los diez primeros del ranking. Pues bien, justo eso ha ocurrido.
El noruego Casper Ruud, cuarto cabeza de serie en Wimbledon, pegó la 'espantada' en la superficie que menos le gusta y perdió contra el británico Liam Broady, invitado por la organización, en un partido que llegó a los cinco sets y que se cerró con un rosco en el quinto. Este fue el resultado exacto: 6-4, 3-6, 4-6, 6-3 y 6-0.
Lo cierto es que pese a que Ruud es una de las mejores raquetas del mundo, su idilio con la hierba simplemente no existe. En más de una ocasión ha señalado que tal superficie es más propia para vacaciones o jugar al golf y en su carrera, en la cual ha llegado a tres finales de Grand Slam, solo ha logrado sumar dos victorias en Wimbledon desde su debut en 2018.
A tal mala racha de resultados suma ahora el 'honor' de ser el primer top-10 del cuadro masculino en marcharse del torneo, mientras que Broady, que por segundo año consecutivo está en tercera ronda de Wimbledon, se verá las caras contra el canadiense Denis Shapovalov por un puesto en octavos de final.
Pese a verse fuera del torneo inglés a las primeras de cambio, Rudd ha asegurado que no piensa cambiar la manera en la que se prepara, ya que sus objetivos son otros.
"Estoy contento con cómo planifico mi año. Priorizo los torneos de tierra. Si decidiera, por ejemplo, jugar dos torneos antes de Wimbledon, significaría ir directamente desde Roland Garros e implicaría otra noche de hotel, estar otra vez fuera de casa. Entonces, como luego juego Bastad y Hamburgo, no habría descanso. Para mí, partir la temporada tras Roland Garros y tomarme un descanso, es lo más sensato para mi carrera y para cómo juego. Creo que seguiré haciéndolo", sentencia.