Manuel Pedrero4 min lecturaTodos daban como favorito en la final de Pekín al ruso Daniil Medvedev, actual número 3 del mundo, pero finalmente no pudo con Jannik Sinner en un duelo que fue muy ajustado. Tan igualado que tuvo que decantarse en dos tie breaks ante más de 15.000 seguidores que daban color a las gradas asiáticas. El partido que duró 2 horas encumbra al italiano hacia su tercer título de la temporada.
El China Open volvía después de tres ediciones cancelado por la pandemia del COVID 19 que aún sigue resonando en nuestras cabezas. El último campeón antes del virus fue Dominic Thiem. Hoy, el austriaco tiene sucesor después de que Sinner haya vencido contra todo pronóstico en la final a Medvedev.
Ninguno de los dos tenistas se dejó su saque. Un hecho que hacía tiempo que no se veía en un partido de élite. Y Sinner fue más incisivo y arriesgó más en los tie breaks. La primera bola de rotura del duelo entre los números tres y oficialmente aún siete del ranking mundial llegaría en el quinto juego a favor del ruso, pero fue bien defendida por Sinner con un saque directo, agresivas subidas a la red y dejadas que obligaron a Medvedev a emplearse a fondo.
Con dos roturas no aprovechadas por el verdugo del español Carlos Alcaraz en el octavo intercambio se llegó al 'tie break', claramente dominado por Sinner. Todo con 15.000 testigos que llenaban el Diamond Arena, algo impensable hace apenas un año cuando la presencia de público en los grandes eventos deportivos, como los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, era una quimera por las políticas antipandémicas del Gobierno chino.
Los aficionados locales poco a poco fueron animando cada vez más a Sinner frente a Medvedev, premiando su incesante constancia por llegar a pelotas imposibles, a pesar de desperdiciar tres bolas de rotura en el tercer episodio del segundo acto del partido. Antes del séptimo juego, se presenciaron tres 40-0, los dos últimos sentenciados con saques directos por ambas partes en los prolegómenos de lo que sería la segunda muerte súbita de la noche.
Un juego de desempate que nuevamente fue a parar a Sinner, de 22 años, que con dos golpes de derecha cruzados sentenció el encuentro para conseguir también su primera alegría en siete enfrentamientos contra Medvedev, los dos últimos en este 2023 en las finales de Rotterdam y Miami.
Sinner partirá a su próxima cita, el Masters 1.000 de Shanghái, sabedor de que a falta de actualización del ranking ATP ya alcanzó el cuarto puesto mundial, igualando así a Adriano Panatta, que desde 1976 ostenta el honor de ser el transalpino que más alto ha llegado en la clasificación.