Digerir el fracaso o la presión es cada vez la asignatura más pendiente en muchos deportistas. Y son muchos los que optan por parar un tiempo y reflexionar para ver si les merece la pena la vida que llevan o si deben cambiar de rumbo.
Y algo similar le ha pasado a Caroline García. La tenista francesa ha atravesado momentos difíciles en los últimos tiempos, manteniendo una relación algo tóxica con el tenis y acabando muy quemada por la presión ajena y autoimpuesta. Hace meses que no se le ve por ninguna pista porque decidió tomarse un respiro.
Y, ahora, tras ver la vida desde otro punto de vista, parece estar totalmente recuperada para volver a ser una de las favoritas del circuito WTA. Con un emotivo mensaje ha confirmado su presencia en el próximo Open de Australia 2025.
Cabe recordar que esta tenista gala de 31 años guarda relación con España, de ahí su apellido. Y es que tanto los abuelos de su padre eran españoles. Por eso, siempre ha confesado que le hace mucha ilusión jugar en tierras españolas, porque se siente como en casa.
Nacida en Saint-Germain-en-Laye, en Isla de Francia, Caroline Garcia creció en la región de Lyon, donde empuñó por primera vez una raqueta a los 9 años en Villeurbanne.La que en su día fue primera raqueta del tenis francés confesó en una entrevista realizada con motivo de los Juegos Olímpicos de París que había "pasado mucho tiempo en España" y que siempre que puede, acude a España para recargar sus pilas.
"Los momentos familiares son muy apreciados y para mí eso es superimportante. En España encontramos mucho de eso, hay ganas de disfrutar de la vida y aprovechar el momento", subraya la francesa. Y por si fuera poco, su nueva pareja es Borja Durán, un español.
El pasado mes de agosto, Caroline García, después de caer en su primer partido del US Open ante la mexicana Renata Zarazúa, publicó algunos de los insultos que recibió en las redes sociales: "Deberías suicidarte", "Un payaso debe de estar en un circo", "Espero que tu madre muera pronto" o "Eres un trozo de mierda".
Y la entonces número 30 del mundo estalló: "Estos son algunos de los mensajes que he recibido últimamente tras perder algunos partidos. Solo unos pocos. Hay cientos. Y ahora, a mis 30 años, aunque me siguen doliendo, porque al fin y al cabo soy una chica normal que trabaja muy duro y se esfuerza al máximo, tengo herramientas y he trabajado para protegerme de este odio. Pero aun así, esto no está bien".