Rafa Nadal debutaba en la tarde de este martes 16 de julio de 2024 en el Abierto de Suecia. Ya venció en su debut en dobles en la tarde del lunes y quería hacer lo propio en su primer partido en el cuadro individual de Bastad. Un cuadro individual en el que no participaba desde el año 2005 cuando ganó el torneo pasando por encima de, entre otros, el entrenador actual de Carlos Alcaraz: Juan Carlos Ferrero.
Y todo salió tal y como estaba previsto. Rafa Nadal lo volvió a hacer. Volvió a conseguir una victoria en tierra batida tras su derrota en el primer partido que disputó en Roland Garrod hace siete semanas. Ha sido ante Leo Borg, hijo del mítico Björn Borg, por 6-3 y 6-4.
Un Leo Borg que todavía no ha conseguido ganar un sólo partido en el circuito ATP, ocupando a sus 21 años el puesto 467 en el ranking. Sin duda, su historia es muy llamativa. Ha disputado el Abierto de Suecia por una invitación y se ha terminado encontrando con su ídolo de la infancia al otro lado de la cancha. De hecho, hasta hace unos días estuvo entrenando con Rafa Nadal en su academia en Manacor.
A los 25 minutos de partido el balear ya tenía el partido bastante encaminado. Había sacado en blanco el primer juego y consiguió romper el saque a la segunda oportunidad que tuvo colocándose 3-1 en el primero de los dos envites. No le hizo falta desplegar un juego demasiado atractivo o brillante, pero lo que sí fue es efectivo. Consiguió el 6-3 prácticamente sin esforzarse al máximo en ningún momento.
Tras el primero, Rafa comenzó de la mejor forma posible el segundo set. Con un break a favor. A partir de aquí el balear solo tuvo que mantenerse firme en el saque para terminar sentenciando un encuentro definido desde los primeros juegos. Ni siquiera un apretón físico y de intensidad con buenos golpes de derecha de Leo Borg le acercó a la estela de la leyenda española.
Una cita importante y a su vez bastante útil para seguir preparándose de cara a los Juegos Olímpicos, sin duda, la gran cita del año para un Rafa Nadal que es consciente de que le queda poco tiempo como jugador de tenis y que quiere (y necesita) exprimir al máximo cada momento.