Con sufrimiento y todavía pagando el esfuerzo de su batalla ante el ruso Daniil Medvedev, el serbio Novak Djokovic tumbó en dos sets, por 7-6 (5) y 7-6 (6), a la revelación del torneo, un Taylor Fritz que a punto estuvo de llevar la contienda a la tercera manga, pero al que le faltó el empaque que le sobró a su rival.
Nole ya está en la final, a un solo partido de igualarse con el suizo Roger Federer como el tenista con más Copas de Maestros. Sería la sexta vez que levanta un entorchado que se le resiste desde 2015 pero que parece que este año tiene su nombre ya grabado, mostrándose superior al resto de contendientes.
Tuvo que medirse al estadounidense Fritz, un jugador que había demostrado hasta ahora ser digno de estar entre las ocho mejores raquetas a pesar de haber entrado de rebote en la cita, favorecido por la lesión del español Carlos Alcaraz, y que este año tenía la estadística a su favor, pues ganó cada torneo en el que llegó a semifinales.
No lo puso nada fácil el de California, pero Djokovic resistió con entereza en el momento decisivo, justo cuando Fritz le tuvo a su merced y pudo asestar el golpe clave para llevar el duelo a un tercer envite definitivo.
Rubricó el primer 'break' el de Belgrado y se puso 3-2 con el servicio a favor. No le pesó en ese momento al estadounidense la presión y le devolvió la rotura al instante, igualando una primera manga que inevitablemente se decidió en el primer 'tie-break' de la tarde.
Mucho más sólido al resto, el serbio se agenció el primer set por la mínima, en lo que fue un aviso de que no iba a ser un partido plácido.
Y es que Fritz salió, como en el resto de partidos, sin nada que perder. Con su brazo derecho por martillo consiguió quebrar a las primeras de cambio al cinco veces maestro y ponerle contra las cuerdas. Por un momento, el serbio volvió a mostrarse algo debilitado físicamente, aturdido por el golpe encajado de parte de un joven de 25 años dispuesto a todo por alcanzar la gloria que supone una final de la Copa de Maestros.
El problema que tuvo Fritz fue el de no ser decisivo con un rival al que tenía más o menos domado. Y cuando perdonas a un grande, lo acabas pagando.
Se rehizo Djokovic cuando Fritz servía para cerrar el set y le quebró. Justo en el momento perfecto para acabar con las ilusiones del de San Diego, para recuperar el ánimo y para tomar el impulso necesario para imponerse en el 'tie-break' en su segundo punto de partido.
Mantiene su condición de invicto en el Pala Alpitour en el que se celebran esta finales un Djokovic que mira de lleno el puesto que ocupa en solitario Federer, en lo más alto, al que aspira a igualar el próximo domingo en la final de las finales, en la que se enfrentará al noruego Casper Ruud que venció al ruso Andrey Rublev por 6-2 y 6-4.