Casper Ruud y París, París y Casper Ruud, el noruego no puede negar cual es la ciudad del amor, porque lo que siente cada vez que salta a las pistas de Roland Garros tiene que ser amor, ya que juega como los ángeles. Así lo ha hecho estos dos últimos años, en los que ha llegado a la final, y en este 2024 va camino de reeditarlo, aunque aún le queda un largo trecho. Por lo pronto ya está en cuartos de final, donde vivirá una reedición del partido por el título de 2023.
El noruego, séptimo favorito, se clasificó para la antepenúltima ronda del torneo parisino tras derrotar al estadounidense Taylor Fritz en cuatro sets, 7-6, 3-6, 6-4 y 6-2 y se medirá contra el serbio Novak Djokovic en la repetición de la final del año pasado. Ruud, doble finalista en la capital francesa, acude a la cita con el número 1 del mundo en un gran año en el que con 38 victorias lidera la clasificación de triunfos y en el que ha disputado 5 finales, entre ellas las de Barcelona y Ginebra donde levantó el título en ambas. Además, es el jugador con más triunfos sobre tierra batida, 20 en contraste con el serbio, que no ha levantado ningún trofeo en lo que va de temporada. Tras superar con problemas al español Alejando Davidovich en segunda ronda y al argentino Tomás Martín Etcheverry en tercera, el noruego tuvo que volver a aplicarse a fondo contra Fritz, que no es un especialista en esta superficie, como pone de manifiesto que Roland Garros sea el único grande donde todavía no ha jugado los cuartos de final.
Contra el 'yankee' vivió un partido de idas y venidas, tras un primer set asombroso en el que ambos lo dieron todo, pero en el desempate tras ponerse por delante por 5 a 1, Fritz se vino abajo y el escandinavo lo aprovechó, aunque en el segundo set no pudo reeditarlo. Pero los dos siguientes fueron monocromáticos, sobre todo por el físico. Si algo tiene Ruud es resistencia, y ante un jugador que no es precisamente un terrícola, lo aprovechó. Así aseguró su pase, donde se citará con 'Nole'. La oportunidad que tiene es tremenda, puesto que el serbio se ha salvado por los pelos los dos últimos partidos ante rivales menores, llega tocado, además de que los precedentes le favorecen, ya que el último duelo entre ellos se lo llevó el de Oslo, en las semifinales de Montecarlo.