Novak Djokovic es el mejor tenista del mundo y casi con total seguridad de la historia; a sus 36 años ha conquistado 24 Grand Slams, todos los Master 1000, hasta un total de 40; posee el récord de semanas en el número 1 del mundo, con 418; y aún con todo ese palmarés tan brutal tiene sed de triunfo y sigue luchando contras la nuevas generaciones que vienen por detrás con Sinner y Alcaraz a la cabeza, hasta el punto de que el año pasado levantó tres de los cuatro grandes, y solo cedió Wimbledon y de forma ajustada, por una bola muy fácil que falló en el quinto set.
Sin embargo, este 2024 ha empezado algo peor, con un Open de Australia dubitativo, que le llevó a perder en semifinales ante Jannik Sinner y una gira norteamericana nefasta, donde solo jugó Indian Wells y cedió con el desconocido Luca Nardi. Esto le llevó a tomar medidas, la primera bajarse de Miami para centrarse en la tierra batida, donde buscará revalidar título en París, y segundo, una decisión mucho más drástica como prescindir de su entrenador desde 2018, Goran Ivanisevic.
Mediante un comunicado en su cuenta de instagram ha agradecido al croata estos años de trabajo, en los que no solo han logrado muchas clasificaciones como número 1 del ranking a final de temporada, o hasta 12 títulos de campeón de Grand Slam, y algunas finales más, como él mismo recuerda, si no, que han tenido muchos momentos divertidos. Aunque eso sí, su complicidad en la pista ha tenido "altibajos" pero aún así su amistad se ha mantenido sólida "como una roca". Por eso mismo el de Belgrado considera al campeón de Wimbledon en 2001 un "amigo", pero ahora va a buscar otro enfoque en su carrera profesional, en busca de sobrevivir a la venida de las bestias jóvenes del circuito.
Será un nuevo cambio en el que equipo de trabajo de 'Nole', que en los próximos días anunciara su nuevo técnico, con el que debutará en el Master 1000 de Madrid. El serbio ha pasado casi toda su carrera a las órdenes de Marian Vadja, que le acompañó desde 2006 hasta 2022, aunque ha tenido técnicos adjuntos, como Boris Becker entre 2013 y 2016, aunque desde la entrada de Ivanisevic en 2018 se vivió una transición 'dulce' hasta que Vadja abandonara el equipo, y ahora mismo era solo el croata el preparador, por lo que tendrá que elegir un nuevo ocupante de su palco durante los partidos, ya que desde que se permite el coaching en la ATP, la figura del técnico ha ganado mucho peso.