Ya estamos dentro del quinto mes de este 2024 y la temporada de tenis avanza inexorablemente, pero por ahora no está siendo el año de Carlos Alcaraz, que hace justo una semana cumplió 21 años, pero entre lesiones, irregulares momentos de forma y problemas varios no ha conseguido aún ningún logro más allá del tremendo triunfo que consiguió en Indian Wells. Un Open de Australia donde cayó en cuartos, en Miami lastrado, se quedó Montecarlo sin jugar y en Madrid acabó fuera en cuartos. Precisamente en el Mutua se resintió de su lesión en el pronador redondo de su brazo derecho, lo que le impidió jugar en Roma, por lo que ahora todas sus fuerzas están en llegar a Roland Garros al 100%, para lo que va a dar el primer paso mañana lunes.
Después de que Rublev le venciera en tres sets se ha tomado unos días apartado de la raqueta y centrándose en su físico. Ahora la clave es fortalecerse y ser un auténtico toro de cara al torneo parisino, donde buscará mejorar las semifinales de 2023, en las que cedió ante Novak Djokovic en cuatro sets, después de que en el tercero aparecieran los calambres para impedirle mostrar su nivel. Por eso mañana lunes va a volver a la pista para empezar a golpear y descubrir si su antebrazo vuelve a estar a tope, o si por el contrario no va a poder luchar por su tercer Grand Slam, el primero sobre la arcilla gala.
Y es que la oportunidad que puede tener en caso de que esté bien es inmejorable. Con un Rafa Nadal que sueña con hacerlo bien, pero es realista y no esconde que no está para ganar, un Djokovic que tras lo mostrado en Roma tiene que cambiar muchas cosas en solo 14 días, y sobre todo Jannik Sinner, su gran rival. El transalpino tuvo que retirarse en Madrid y no llegó a Roma por problemas en su cadera. El drama es que no desveló exactamente lo que le pasa y solo dijo que era "peor de lo que pensaba". Esto deja el cuadro mucho más abierto y con opciones para algún 'tapado', pero eso sí, si el de El Palmar está a su nivel, es quizá el máximo favorito, ya sea como tercer cabeza de serie, o como segundo, en caso de que el ganador del Open de Australia no logre revertir su situación y se ausente de la capital francesa.