El
Sevilla FC acumula cuatro partidos sin ganar, no lo hace desde la vital victoria en el Ciutat de Valencia. Y ante los suyos, acostumbrados a verlo triunfar, no lo consigue tampoco desde dos semanas antes, en aquel partido que pudo resolver en la prolongación ante el
Granada después de que los nazaríes igualaran a poco del final. Y justo antes y después de ése llegaron las derrotas en el Camp Nou (0-1) y ante el
Real Madrid (2-3); y, en las tres jornadas de antes, otros tres empates; por medio la eliminación de la Europa League...
Puede parecer lógico el enfado de la afición sevillista. Realmente,
desde el derbi del 27 de febrero apenas han vivido las dos alegrías antes mencionadas y la parcial del triunfo logrado en la ida ante el West Ham, luego inservible. Si cualquier equipo grande, como hoy día es el de Nervión, arrastra una racha de este tipo lo normal es que se cuestionen muchas cosas, técnico incluido. Pero la realidad no es tan dramática como pueda parecer.
Ya sabemos que, en este tiempo, el Sevilla ha arrastrado varias lesiones y, sobre todo, que algunos de los que no han caído lesionados han pagado el esfuerzo realizado en las semanas anteriores y se les ha notado en algunos de los últimos partidos. Ha habido encuentros en los que a priori era superior y se le veía físicamente tocados. Pero no se perdía.
Y, de hecho, a falta de un solo partido para que acabe la temporada,
el Sevilla FC es el tercer equipo que menos pierde de Europa. Sólo Liverpool y City, los dos poderosos que mandan en la Premier League, pueden presumir de haber caído más veces que los pupilos de Lopetegui en sus respectivos campeonatos.
Si a eso sumamos que
tres de las cuatro derrotas en el campeonato han llegado ante los dos clubes, Madrid y Barça, que cuentan con unos presupuestos que multiplican por cuatro o cinco el del club de Nervión, se podría hablar de que el Sevilla sólo ha tenido un pinchazo real en todo el torneo doméstico, el que vivió en Los Cármenes ante el Granada (1-0).
Y que pese al bajón de los últimos meses, ha sabido gestionar su debilidad lo suficiente para ir sumando hasta alcanzar el objetivo con el trascendental gol de En-Nesyri.
"Estoy feliz con esta tercera temporada luchando en LaLiga y entrando en Champions. Ha sido una temporada muy atípica. Hemos tenido una desorbitada cantidad de lesiones que nos ha hecho empatar mucho y nos ha impedido luchar por ser segundos", señalaba esta semana el Sevilla FC, José Castro. Hay motivos para ser feliz. Y para
considerar esta temporada, pese al tramo final, una de las mejores de la historia.