Acuña detecta "ansiedad" en un Sevilla que "no puede dejar de intentarlo", aunque no baja los brazos

El lateral zurdo sufrió con las acometidas de Akapo e Iván Alejo, frustrándose cada vez más y perdiéndose en protestas sin sentido

Acuña detecta "ansiedad" en un Sevilla que "no puede dejar de intentarlo", aunque no baja los brazos
- Villa Gómez
Villa GómezVilla Gómez3 min lectura
No fue su mejor partido. Comenzó como de costumbre, atando en corto a su par (Iván Alejo) y fijando al lateral contrario (Akapo) con buenas penetraciones. El Sevilla FC suele buscar superioridades en zonas adelantadas con sus hombres más retrasados de inicio por fuera, acompañando transiciones o generándolas directamente. Sin embargo, el Cádiz fue imponiéndose poco a poco y, también en el lado de Acuña, ganándole a veces la espalda. Sufrió el argentino más de lo que le gusta, empleándose a fondo en la resta y tratando de tirar del equipo con sus arrancadas, aunque terminó haciendo un poco la guerra por su cuenta, frustrado además porque no salían las cosas (a él y a sus compañeros), perdido en protestas sin mucho sentido a un colegiado correcto por lo general en sus decisiones.

"El sabor de boca que me deja el empate es malo... malo. Los quince primeros minutos fueron muy buenos, pero después no tuvimos la capacidad de llevar el partido adelante. Ellos también se están jugando la vida con el tema del descenso; sabíamos a lo que nos enfrentamos", reconocía el zurdo, que no encontraba una sola explicación al bajón experimentado desde el primer cuarto de encuentro, admitido por todos, pero con difícil análisis sin hacer daño a nombres propios. Sin embargo, enfrentado a estas situaciones muchas veces en su carrera, el ex del Oporto creía saber el porqué: "A veces es ansiedad por la situación... Pueden pasar un montón de cosas, pero lo que no debe pasar es dejar de intentarlo y sí buscar el partido. Lo intentamos por momentos, aunque bajamos mucho el rendimiento".

Por último, entiende la reacción del público, que castigó con silbidos y algún cántico la desidia del Sevilla, sus pérdidas y sus errores en zonas claves. "Es normal... Si ves el juego, también ellos se enojan y necesitar descargar, pero nosotros tenemos que estar con la mente enfocada en el próximo partido. Hay que seguir intentándolo, trabajando con humildad y sacrificio, que después todo va a llegar", resumía Acuña, consciente de que, pese al tropezó en casa (1-1) ante un equipo al filo del pozo, los nervionenses continúan en una tesitura privilegiada para seguir luchando hasta el final por amarrar la presencia una campaña más en la Champions League y, si se puede, luchar por un subcampeonato de LaLiga que tendría como premio añadido la participación en la Supercopa de España, que volverá a disputarse en Arabia Saudí.