El lado humano de Lopetegui y la pasión con la que vive el sevillismo

El lado humano de Lopetegui y la pasión con la que vive el sevillismo
- R. S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura
A falta de ocho partidos, el Sevilla aún puede estar en la pelea por LaLiga. Es algo que no se lograba desde el año que Juande Ramos acarició el título en plena lucha con Madrid y Barça. Y gran parte de culpa la tiene otro entrenador, un Julen Lopetegui que cumplía cien partidos con el equipo nervionense el pasado lunes y que hoy era protagonista en el programa A Balón Parado de SFC TV. Allí hablaba de cómo ha vivido este tiempo, de cómo se gestó su llegada al club, de lo que se ha encontrado aquí o de cómo disfrutó ese mágico mes de agosto...

"Tuvimos -Monchi y él- una comida en Madrid y no habíamos hablado nunca profundamente. En esa conversación me quedó claro que era aquí donde yo quería estar. Fue fácil ponernos de acuerdo y guardo un bonito recuerdo de aquel primer encuentro con Monchi. Vimos que teníamos muchas cosas en común y fue todo sencillo", señala el técnico guipuzcoano, a quien le sorprendieron muchas cosas del club nada más llegar, lo que hizo rápidamente identificarse con él: "En algunas cosas sí me lo esperaba así y en otras me ha sorprendido para bien. Tiene las ventajas de un club grande, pero también las de los clubes familiares y cercanos. En todos los puestos del club hay mucha pasión y mucha autoexigencia. Eso se empapa a los jugadores y a todos los que llegamos desde fuera".

Una exigencia que siente y que transmite desde la banda en cada uno de los partidos. "Uno siente la responsabilidad que conlleva ser entrenador del Sevilla. Primero por la gente que ha confiado en mí, desde el presidente al Consejo y a Monchi; y luego por los aficionados. Cuando uno es consciente de que, de las pocas cosas que pueden hacer hoy en día feliz a un sevillista es que su equipo gane, siente mucha responsabilidad más allá de la ilusión que te genera ganar. Eso te da una fuerza extra para ir a por los objetivos", indicaba Lopetegui, quien, como todos, sabe lo mal que la sociedad lo está pasado y de las alegrías que puede ofrecer a los suyos un equipo con el que, en estos cien enceuntros, ya ha sumado un título, ha jugado dos finales y tiene el mejor balance de la historia de los entrenadores que han pasado por el Sevilla.

Y que, sin embargo, no ha disfrutado como debiera. "Ver lo que has conseguido te hace perder energía en lo que tienes que hacer. Los periodistas muchas veces quieren que hables del futuro más lejano o del pasado, pero no entienden que el mundo de la élite vive del presente continuo. Eso exige toda la dedicación y por eso no le he dedicado mucho tiempo a lo que pasó -el título de la Europa League. Claro que tengo un recuerdo y siempre estará en mi corazón, pero una vez conseguido, miramos siempre a lo siguiente", admitía, al tiempo que reconocía que es su forma de disfrutar todo esto: "Es algo que me pregunta muchas veces mi mujer. Yo lo disfruto a mi manera. Seguramente no tienes el tiempo suficiente para disfrutar de un triunfo porque en cuanto termina piensas en el siguiente reto. Te metes en la siguiente película y la que ha pasado ya está escrita. Creo que nuestra profesión no permite disfrutar mucho de lo conseguido. El fútbol de elite requiere eso y todo lo que se aleje es dar ventaja a los demás".

Sin buscar excusas, de lo que sí se 'quejó' el técnico sevillista es del poco margen que ha tenido el Sevilla para afrontar una campaña en la que ha descansado menos que nadie, algo que al final ha afectado en determinados momentos de la temporada al rendimiento del equipo. "Es una situación diferente a las que ha podido vivir nunca un equipo de fútbol. Todos estamos en una situación diferente, pero a nosotros nos ha tocado jugar dos temporadas casi correlativas, con doce jugadores descansando solo cinco días. Muchos partidos en poco margen de tiempo, porque desde julio hasta hace poco habíamos jugado 58 partidos. Es mucho, pero es algo que no podemos cambiar y tenemos que adaptarnos. Tratamos de adecuar nuestra respuesta a las dificultades dando lo mejor de nosotros mismos", advierte.