Gustavo Poyet fue el entrenador que empezó a colocar como central a un
Jules Koundé (22) de quien ha desvelado anécdotas muy curiosas en una entrevista concedida a
La Pizarra del DT.
"El Girondins jugaba un partido clave, en Nantes, que, de perderlo, podría haberse metido el equipo en problemas... Yo lo estaba viendo con el presidente. En ese partido
ya jugó Koundé. Tenía 19 años, con
buen físico, no muy alto, pero potente... Y empecé a pensar en mi juego. A mí me gusta que el central, cuando está solo,
se sume al centro del campo con el balón para crear superioridad. Y a Koundé le daban la pelota y...
¿Que si se iba? ¡Lo tenía que parar! Le decía: 'Jules, eres defensa central, ¿no?'. Al mes y medio, cuando atravesábamos por un pequeño bache, me vino a ver y
me dijo que quería entrenar también por la tarde. Solo. Porque él, cuando salía desde atrás y yo le hacía señales indicándole lo que debía hacer, sin problema; pero cuando quería salir y lanzar la pelota en largo en diagonal,
no se sentía seguro. Y él quería trabajarlo extra, pero quería trabajarlo solo. Sin los compañeros", recuerda el téncico charrúa.
Y continuaba así: "Mi asistente se ponía de extremo, yo le daba el balón e iba a presionarle. Y, a partir de ahí, lo mejoró y encontró una alternativa a jugar en corto o hacia atrás. Pero es que
después se puso en intentar mejorar en hacer goles y hasta se quedaba ensayando los tiros libres, y me decía:
'Míster, en un par de años, el que lanzará los tiros libres seré yo'. Lo veías en el gimnasio y te dabas cuenta de que
tenía un físico especial. Ya, al tiempo,
me llamaron desde Sevilla para preguntarme por él, pero no por cómo jugaba, que eso lo sabían,
sino por la parte humana. Entre los técnicos tenemos confianza y nos ayudamos... Le dices si entrena bien, si llega a su hora, si es ordenado... Yo di la información y te llena de orgullo ver después cómo está rindiendo".
Los datos del Koundé del Girondins: