El regreso de Ivan Rakitic al Sevilla FC va tomando forma. Los guiños del croata a su ex equipo han sido continuos, incluida
la celebración por la sexta Europa League tirándose a la piscina, y los caminos de ambos parecen predestinados a cruzarse de nuevo desde hace tiempo. Pero para ello,
la entidad de Nervión debía esperar el momento adecuado, pues no puede hacer frente a un elevado traspaso y, al mismo tiempo, hacer frente al elevado salario del centrocampista. Y ese momento parece que
por fin ha llegado.El Barcelona, tras rebajar sus pretensiones hasta los 10 millones de euros, ha arrojado la toalla y,
después de que Koeman le haya enseñado la puerta de salida, está dispuesto a dejar salir a Rakitic
sin coste alguno. El hecho de que sólo le reste un año de contrato y esté dispuesto a cumplirlo para poder irse el verano que viene al Sevilla FC gratis,
desoyendo las ofertas de clubes como el Inter de Milán o el Tottenham, ha empujado al Barça a tomar esta decisión para así, al menos, ahorrarse su ficha.
Con
la 'bomba' de la salida de Messi centrando toda la atención, desde la Ciudad Condal, el diario Sport aseguraba que los culés se contentarían con
un derecho preferencial por uno o varios jugadores nervionenses como única contraprestación. Y mientras
se cuece a fuego lento esa operación entre clubes, el club sevillista ya le ha realizado
una oferta en firme a Rakitic.Según el periodista italiano Nicolò Schira, experto en mercado de fichajes, el Sevilla FC, en conversaciones con el croata, le ofrece
un contrato de dos temporadas, hasta 2022, a razón de 3,7 millones de euros netos más bonus por objetivos, con la opción de
una tercera campaña opcional. Unos números que convertirían al centrocampista en el mejor pagado de la plantilla blanquirroja, aunque se trata de un salario muy inferior al que percibe actualmente en el Barça, donde
cobra más del doble: 7,8 kilos netos más incentivos. La rebaja, sin duda, es importante, pero se encuentra
en el techo que se puede permitir el Sevilla FC y Rakitic es consciente de que deberá cobrar mucho menos para
poder cumplir su deseo, y el de su familia, de volver a la capital hispalense.