Lucas Ocampos ha caído de pie en el
Sevilla Fútbol Club.
Máximo goleador del conjunto que dirige Julen Lopetegui, con 14 goles
(12 en LaLiga y dos en Copa), está ante la
temporada más realizadora de su carrera, es el
mejor debutante de esta temporada en Primera división y es el
jugador con más valor de mercado de la plantilla nervionense. Este rendimiento altísimo le han abierto también las puertas de la titularidad en la selección de Argentina y el extremo de Quilmes ha repasado en su país el que a su juicio es el secreto de su éxito
"
Explotar más el físico y mi potencia". Ése es, según Ocampos, el
secreto del éxito en el fútbol europeo, en general, y en el conjunto nervionense, donde ha explotado definitivamente después de varias temporadas al alza en Francia, en concreto. "
Soy bastante más regular en todas las líneas, antes tenía muchos altibajos. Uno se va haciendo una
personalidad más fuerte y no tengo miedo de tomar responsabilidades y buscar jugadas que otros quizás no se atreven a hacer.
No tengo miedo al error", ha añadido el extremo en una entrevista concedida a
Radio Continental, en su país.
Ocampos considera vital las charlas que le dedicó
Claudio Ranieri cuando aún era demasiado joven para entender todo lo que quería explicar: "En estos dos últimos años puse en práctica lo que me dijeron algunos de mis entrenadores en el pasado y eso cambió mi carrera muchísimo y para bien. Cuando llegué al Mónaco, me lo dijo Ranieri. Ahí mi mentalidad era totalmente diferente a la que tengo hoy.
Yo quería gambetear y no explotaba mi físico, conducir en velocidad, ir al espacio... Con 18 años, era complicado escuchar y atender todo lo que me decían, pero
cuando me dí cuenta, crecí mucho. Valió la pena todo lo que tuve que dejar de lado para irme a otro país tan joven".
"Cuando llegué al Sevilla, yo jugaba por la izquierda; pero el míster (
Julen Lopetegui) me avisó de que me quería para la derecha.
Al principio tuve dudas, pero hay que estar preparado para jugar y aportar donde sea", ha señalado sobre su cambio de posición, del
costado diestro en el que destacó formando un temible tándem con
Jesús Navas hacia la zurda, después de la llegada de
Suso en el pasado mercado invernal de fichajes. En este sentido, no escondió que, pese a jugar más en la siniestra, se encuentra más cómodo al otro lado del terreno de juego.
"Al principio jugaba más por la banda izquierda, pero
poco a poco me fui encontrando más cómodo por la derecha. El
uno contra uno es más fácil por la derecha, porque vas con tu pierna buena con la cabeza levantada, buscando también el centro o un pase al espacio.
Por la izquierda es más sencillo rematar, orientarte para la pierna fuerte y hacer goles. Si me preguntas ocho meses atrás, diría que prefería la izquierda; pero
hoy en día me siento más fuerte por la derecha, para encarar e incluso para rematar también. Estoy jugando en las dos posiciones", ha detallado con sinceridad.
Tras triunfar en Europa, el siguiente reto de Ocampos es hacerse fuerte en
Argentina, donde se ha convertido ya en todo un habitual. "Uno tiene que
ganarse el respeto siempre que va, en cada convocatoria. Con la selección no se juega cada semana, como con los clubes, y
hay menos margen de error. Se me dio bien, marqué en mi primer partido y tuve la suerte de arrancar bastante bien desde la primera vez", ha señalado, antes de agradecer la buena acogida que le dio Lionel Messi.
"Siento un
respeto máximo por Messi. No le conocía, nos conocimos en el
Barcelona-Sevilla de este año y la verdad es que me habló
como si me conociera de siempre. Luego me ayudó mucho en mis primeras convocatorias con la selección, me ayudó a exprimir mi juego y me puso las cosas muy fáciles", ha
agradecido el futbolista del Sevilla.
Destapado ya como un consumado lanzador desde el punto de penalti, Ocampos ha sido preguntado por los motivos por los que no tira también las faltas. "No,
no soy especialista en tiros libres. En River tenía al Chory, a Falcao en el Mónaco, a Payet en el Marsella... Uno sabe cuáles son sus puntos fuertes y cuáles no. Lanzar faltas no fue nunca una de mis especialidades", ha admitido.