Seda y hormigón en proporciones adecuadas para una manufactura de
Champions testada en circunstancias extremas. Las soportadas ayer en el
Wanda en un contexto pleno de adversidades, de situaciones para probar su resistencia, su personalidad y también el repertorio de recursos para someter al
Atlético en diferentes fases de la batalla en las alturas. El
Sevilla de Lopetegui se reivindicó en un escenario casi inaccesible y lo hizo a pesar del
VAR y de sufrir una remontada en pocos minutos, a partir de una propuesta madura apoyada en el oficio y en un criterio con el balón que emergió a fuego lento. Fue valiente en su justa medida, también inteligente para saber medir los tiempos, lo que le mantiene entre los cuatro primeros con una imagen de
Champions.
Ocho cambiosLa revolución en el once ante
Osasuna propició que ayer, en la vuelta a un equipo más reconocible,
Lopetegui introdujera hasta ocho cambios, entre ellos el regreso de
Vaclik y la remodelación completa del centro del campo ante la ausencias de
Fernando y Óliver. Así, Banega volvió a la titularidad tras varias suplencias consecutivas mientras que en punta el técnico vasco sentó al bigoleador ante los navarros,
En-Nesyri, para confiar una vez más en
De Jong. Esta apuesta apuntaba a una idea similar a la de
Getafe, con balones largos en busca del holandés para evitar riesgos ante la presión adelantada de los colchoneros, pero, aunque le costó entrar en ritmo, encontró otras alternativas para salir, como las arrancadas de
Navas o los apoyos en corto, acelerando siempre cuando el esférico llegaba a
Ocampos.
Jordán ejercía de bisagra ante un
Banega desaparecido y las incorporaciones en los carriles generaban superioridades por fuera.
En la resta,
Gudelj se incrustaba entre los centrales, con lo que blindaba los últimos metros pero desguarnecía una zona en la que
Joao Felix se desenvolvía con inteligencia y calidad, asistiendo a Morata en la primera ocasión clara.
El
Sevilla se creció con los minutos, con ayudas en la circulación y obligando al Atlético a estirarse horizontalmente y recular, lo que provocó fisuras en el muro colchonero que maximizó
De Jong para batir a Oblak en una acción fabricada en la derecha y con asistencia de
Jordán. 0-1. Y un
Sevilla cada vez más cómodo. Seguro con el esférico. Sin riesgos pero sin complejos. Buen momento nervionense frustrado por una jugada muy polémica en la que el colegiado, asistido por el
VAR, señaló penalti por supuestas manos de
Diego Carlos, en ninguno de los casos clara. Varapalo que acusaron los hispalenses y rentabilizaron los locales con el 2-1 en una transición desafortunada en la que el balón golpeó en el talón de Jordán para regalar una contra que finalizó con remate de
Joao Felix que desvió a la red
Koundé. 2-1. La situación había virado completamente en cuatro minutos.
La inercia se volvió en contra del
Sevilla, pero no se arredró y exhibió carácter para recuperarse. Mantuvo su ritmo en la circulación, su propuesta, hasta que
Trippier derribó a Ocampos. Otra vez actuó el
VAR, esta vez para una acción más evidente. El propio argentino transformó la pena máxima, restableciendo el empate en una primera parte trepidante, con errores en las áreas y un muestrario de alto nivel. Profundizó un poco más el
Sevilla ante un
Atlético que inquietó más a balón parado. Un pulso de
Champions que en la segunda mitad arrancó con un
Sevilla mandón, dominador cerca del área del Atlético, con irrupciones por dentro para percutir por fuera y con la consigna de acabar jugada.
Así lo intentó
Gudelj desde fuera del área tras una larga combinación en los aledaños de
Oblak. Controlaba con una posesión para nada estéril, con la portería en mente, ante un rival que no encontraba su juego, lo que cambió un ápice cuando los nervionenses, ya sin Suso en el césped en favor de En-Nesiry, optó por un fútbol más directo con dos puntas. Esto conllevó más protagonismo para los de Simeone, y un paso atrás que cristalizó con la entrada de Sergi
Gómez por Jordán. Partía el equipo en dos en ataque, aferrándose a las segundas jugadas, mientras que el
Atlético acarició el 3-2 con otro disparo rebotado que desvió con agilidad Vaclik o un remate alto en zona franca de
Carrasco. Ya se jugaba siempre lejos de
Oblak, más allá de las pugnas por arriba o algún balón parado, si bien el
Sevilla tampoco sufrió merced a una coraza hecha de orden, sacrificio y seguridad en las pelotas colgadas, para finalmente arrancar un punto merecido, muy trabajado y tremendamente valioso. Propio de un candidato a la elite europea por puntos y sensaciones. En cuerpo y mente.
- Ficha técnica:
2 - Atlético de Madrid: Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Hermoso (Carrasco, m. 53); Correa, Llorente, Saúl, Koke; Joao Félix (Vitolo, m. 79) y Morata (Diego Costa, m. 68).
2 - Sevilla: Vaclík; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Gudelj, Jordán (Sergi Gómez, m. 73); Suso (En Nesiry, m. 63), Éver Banega, Ocampos (Vázquez, m. 80); y De Jong.
Goles: 0-1, m. 19: De Jong. 1-1, m. 32: Morata, de penalti. 2-1, m. 35: Joao Félix. 2-2, m. 43: Ocampos, de penalti.
Árbitro: Hernández Hernández (C. Las Palmas). Amonestó a los locales Joao Félix (m. 73) y Trippier (m. 75) y a los visitantes Diego Carlos (m. 31), Navas (m. 42), Banega (m. 46+) y Gudelj (m. 55). Mostró tarjeta amarilla a Julen Lopetegui, técnico del Sevilla (m. 30).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo séptima jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 60.422 espectadores.