Decisión. Intensidad. Ambición. Confianza. Este Sevilla reúne los requisitos que precisa este formato de la Copa. Cree en sí mismo, no se amilana ante el concepto de final y exhibe, además,
una interesante capacidad para superarse a sí mismo. Porque este martes se atisbó quizás
la versión más desatada de los de Lopetegui, sin contemplaciones, con el hambre que en otras ocasiones se ha echado en falta.
Fue vertical y ahondó en la herida de un Levante completamente superado. Tampoco dudó cuando el rival se encontró el empate en pleno sometimiento sevillista. Se mantuvo impasible y aceleró el rodillo para avanzar en la Copa con la vitola de aspirante. Lopetegui se la ha tomado muy en serio y el equipo conectó con una afición que reconoció al Sevilla que le gusta.
Así las cosas, Lopetegui introdujo
cinco cambios en el once con respecto al Santiago Bernabéu pero no varió la columna vertebral, con Diego Carlos en la zaga junto a Sergi Gómez, Banega y Fernando junto a Óliver Torres en la zona ancha y De Jong, de nuevo en punta tras marcar contra el Real Madrid. Además, desplegó todo su potencial en la banda diestra, con la sociedad Navas-Ocampos, mientras que en la izquierda partió Nolito. La gran novedad, quizás, se produjo en la portería, por
la baja a última hora del meta Bono por molestias físicas.Propuesta ofensiva para apostar por el control y tratar de imprimir verticalidad al juego cuando se crearan los espacios para ello. De esta forma, iniciaba por dentro, con tranquilidad, para percutir por fuera, sobre todo por la derecha, vía por la que pronto profundizaron
Ocampos y Navas, que rompió la zaga en el arranque y sirvió un pase de gol a Nolito, si bien había partido en posición ilegal.
Banega y Óliver se hallaban cómodos y repartían en corto y en largo ante un Levante que esperaba en su campo aunque sin apretar demasiado.
Al principio salía con cierta facilidad, lo que corrigió rápido el Sevilla con una presión más intensa que le permitió recuperar en posiciones avanzadas, como ocurrió en el 1-0. Antes Nolito no acertó sin portero tras una extraña acción de Aitor y una excelente asistencia de De Jong.
No falló Fernando, que forzó una pérdida en la salida granota y, tras recibir de Ocampos, resolvió con un soberbio gesto técnico. 1-0 en el minuto 13. El control brindó una situación favorable que el Sevilla quiso maximizar, acrecentado su dominio y hallando espacios para generar llegadas, como la que habilitó en posición franca a Nolito en el 20'.
El Sevilla cambiaba el ritmo con agilidad, se doblaba también por la zurda y realizaba transiciones con solvencia para cuidar su espaldas y minimizar drásticamente las posesiones del Levante. Sin embargo, en plena hegemonía blanquirroja,
los levantinos pegaron en una acción a balón parado de nuevo mal defendida, en la que Duarte se impuso en el aire para mandarla a la escuadra. No acusó demasiado el golpe el conjunto de Lopetegui, instalado en los dominios del rival, con monopolio del esférico y claridad para profundizar, si bien faltó la definición, ya fuera en el último pase o en el remate, aspecto que debía depurar en la segunda parte para convertir en ventaja su abrumador dominio.
Y lo hizo de inmediato, merced de nuevo a una impetuosa presión en el primer minuto de la reanudación que propició un error granota rentabilizado por Ocampos, que controló fuera del área y lanzó un obús lejos del alcance de Aitor. Premio a la intensidad con la que regresó el Sevilla, agresivo en la resta y que continuó su acecho
tras el 2-1. Quería más. Se alejaba de su habitual postura conservadora con el marcador a favor, con Navas como martillo percutor y contundente al corte cuando trataba de tomar aire un Levante que adelantó la presión con los minutos.
No supuso un problema para los nervionenses, con apoyos y precisos en las asociaciones -una de ellas terminó con un disparo de Nolito tras entenderse con varios compañeros-. No obstante, el estirón levantinista también se apreció en ataque, tanto que empezó a hallar huecos a la espalda sevillista y la tuvo en un remate de Rochina despejado por Vaclik.
Lopetegui atisbó el problema y reforzó el centro del campo con Gudelj. Apostó entonces el Sevilla por dormir un poco el partido, pero sin perder de vista a Aitor, lo que se reflejó precisamente en la jugada de la sentencia, en una acción eterna verticalizada por la izquierda y que De Jong transformó en peligro con una asistencia brillante a Óliver. 3-1. Eliminatoria solventada y carrusel de ocasiones para
el recién llegado En-Nesyri. No pudo estrenarse como goleador por la respuesta de Aitor pero dejó buena sensaciones, las mismas que un Sevilla con sed de éxitos y dispuesto a beberse hasta la última gota de la Copa.
- Ficha técnica:
3 - Sevilla: Vaclík; Jesús Navas, Diego Carlos, Sergi Gómez, Escudero (Reguilón, m.85); Éver Banega (Gudelj, m.73), Fernando, Óliver Torres; Ocampos, De Jong (En-Nesyri, m.81) y Nolito.
1 - Levante: Aitor; Coke, Duarte, Vezo, Clerc; Campaña, Radoja, Rochina (Roger, m.78), Hernani; Morales (Melero, m.59) y Sergio León (Borja Mayoral, m.59).
Goles: 1-0, M.13: Fernando. 1-1, M.30: Óscar Duarte. 2-1, M.46: Ocampos. 3-1, M.78: Óliver Torres.
Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó al visitante Rochina (m.32) y a los locales Fernando (m.38), Nolito (m.61), Banega (m.71) y Sergi Gómez (m.81).
Incidencias: Partido de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 28.000 espectadores.