Lopetegui no se anda por las ramas. En los primeros test estivales ha apostado por unos onces iniciales que, para ser concisos, pueden tildarse de 'muy titulares', con la amplia gama de matices que ofrece un adjetivo así en la 'era de las rotaciones' en el fútbol. Bien es cierto que trabaja con
más de 30 jugadores de primer nivel con los que da para armar casi tres equipos competitivos y que aún habrá movimientos; pero, en unos casos por
estatus y en otros por
rendimiento y mejor adaptación al estilo del técnico, en casi todas las zonas se pueden intuir favoritos para partir jugando (
Navas,
Koundé,
Fernando,
Jordán, por ejemplo).
En otras hay más dudas y en un puesto en concreto no está para nada decidido: el de los
'Sergios', el
lateral izquierdo sevillista. Con
Arana como convidado de piedra, ni siquiera ha viajado a Alemania y no ha jugado ni un minuto en esta pretemporada,
Sergio Escudero y
Sergio Reguilón mantendrán una igualada pugna por ser el '3' de
Lopetegui, encantado con el rendimiento de ambos.
El
pucelano está fino, llega a línea de fondo como en él era habitual y parece haber captado que debe elevar mucho el nivel para seguir siendo fijo. El curso pasado, entre lesiones y falta de competencia, rindió muy por debajo de lo esperado. El
madrileño, por su parte, es un cañón. Va adelante contra viento y marea, conduce bien y repliega rápido. Le falta un poco de pausa, pero derrocha energía contagiosa y lo va a dar todo para demostrar que tiene nivel para ser importante en un equipo 'top'. El técnico, que ya tenía una opinión muy positiva sobre ellos, confía mucho en los dos. Además, la estima es recíproca, pues para ambos ha sido decisivo.
Escudero se estrenó en una convocatoria de la selección española absoluta de la mano de
Lopetegui. La importancia de los partidos en juego y el peso de
Jordi Alba evitaron su debut, pero el lateral declaraba haber vivido "un sueño". "
Escudero está rindiendo a buen nivel y mostrando continuidad en la alta exigencia del
Sevilla", decía el entonces jefe de la 'Roja' el 8 de noviembre de 2016. El objetivo del internacional es que, ahora, el entrenador siga pensando lo mismo, ya que no encontraba tanta oposición desde la 15/16, su primer año en
Nervión, cuando se topó con una gran versión de
Benoît Trémoulinas.
No menos importante ha sido el de
Asteasu en la irrupción en la elite de
Reguilón. "El míster me conoce muy bien y sabe cómo trabajo. Que esté aquí fue un plus para venir", dijo en su presentación el jugador cedido por el
Real Madrid. Un verano antes se lo llevó a la pretemporada blanca, le dio galones en choques de postín y decidió no fichar, ceder a
Theo a la
Real y quedarse con el canterano para competir con
Marcelo.
Reguilón cumplió con creces, hasta el punto de llegar a quitarle el puesto al brasileño ya con
Solari de técnico.
Eso sí, en lo poco que duró, lo cierto es que
Lopetegui prefirió dar su sitio a un peso pesado del vestuario de las tres
Champions seguidas antes que apostar por el mejor rendimiento que podía darle el canterano en ese momento. Para eliminar cualquier duda acerca de aceptar la oferta del
Sevilla, el propio Julen le telefoneó y le explicó que la situación sería diferente.
Este curso, como se está viendo, también tendrá una dura competencia con
Escudero, un futbolista totalmente asentado, uno de los capitanes y titular desde su llegada al club. Sin embargo, la pelea en esta ocasión será de igual a igual y será su trabajo sobre el césped el que decida quién juega. Y ellos lo saben.
"Vamos a competir por el puesto, pero a nivel personal y fuera del campo hay que ser buenos compañeros, porque todo irá mejor. Estamos aquí para competir, nos haremos mejores el uno al otro y eso es lo más importante, porque hará mejor al equipo, con más nivel", decía
Escudero en los medios del club hace unos días. "Tenemos la obligación de ponérselo difícil al míster. Toda la competencia es buena. Tenemos un equipo con gente con veteranía, que lleva aquí muchos años y también caras nuevas que tenemos ganas y ambición", coincidió
Reguilón.