El fútbol es efímero, como el tiempo. Segundo que se marcha, segundo que no vuelve. Todo cambia, nada permanece. Y como ejemplo, el sevillista
André Silva, al que su carrera le ha dado en Nervión un giro de 180 grados en ambos sentidos. Tras una mala experiencia en Italia defendiendo la elástica del Milan, arribó a LaLiga y debutó con un 'hat-trick' en Vallecas que se las hacía prometer felices. Y así fue, hasta que
se le acabó el idilio con el gol. El portugués llegó a anotar
siete tantos en las siete primeras jornadas de Liga, lo que, unido a su trabajo en la delantera,
haciendo mejor a Ben Yedder, despertó los elogios de un Joaquín Caparrós que, como director de fútbol del Sevilla FC, aseguraba a boca abierta que, si nada cambiaba,
ejercerían la opción de compra que disponen sobre el delantero luso.
Desde entonces, todo ha mutado.
Sólo ha sumado dos tantos más en el torneo de la regularidad y no ve puerta desde el 26 de enero, frente al Levante. Al evidente bajón de rendimiento se le han unido unos problemas físicos que hoy por hoy, tal y como ha podido conocer
ED, ha cambiado los elogios por dudas en ciertos círculos del club. El portugués
sufre una tendinitis en la rodilla que no deja de molestarle, aunque el dolor (que no puede valorarse) duele menos cuando el viento sopla a favor, entienden algunos en el club.
Ficha André SilvaAl margen de las suspicacias, fuentes próximas a la entidad sevillista aseguran a este diario que
Monchi, actual director deportivo,
no tiene intención alguna de ejercer la opción de compra que el club dispone sobre André Silva, estando pactada en su día en 39 millones de euros. Un negocio redondo, antaño, que semanas atrás se antojaba caro y que, hoy por hoy,
ni siquiera hay intención de negociar a la baja.
Las relaciones entre las partes no son tan fluidas como meses atrás, por lo que muy a la baja, un 'regalo', tendría que ser la definitiva operación por el portugués, que, aseguran, tampoco atraviesa por su momento más cómodo en la capital hispalense. Es decir, que mucho tienen que cambiar las cosas en este final de curso para que Monchi altere su idea:
no negociar, ni a la baja, la continuidad de André Silva.