Arsenal, Juventus, Barcelona... Muchos son los equipos que han sido relacionados con Steven Nzonzi en los últimos meses; pero a día de hoy todo apunta a que será la Roma de Monchi el que se lleve el gato al agua. En los últimos días, el exdirectivo del Sevilla ha avanzado notablemente en el fichaje del mediocentro francés, cuya salida de Nervión hace tiempo que es asumida por un Joaquín Caparrós que "habla casi a diario" con Sander Berge.
Así lo aseguran a ESTADIO fuentes cercanas al mediocentro noruego del Genk, que sigue esperando un movimiento concreto del Sevilla. No obstante, el club nervionense tiene también en su agenda a Bakayoko (Chelsea) -quien ve con buenos ojos recalar en el Sánchez-Pizjuán- y no se moverá antes de cerrar el traspaso del flamante campeón del mundo. Antes incluso de comenzar su participación en Rusia 2018, Nzonzi presentó a través de su padre una petición formal y por escrito para cambiar de aires este verano. A pesar de ello, el Sevilla tiene la sarten por el mango y exige a todos sus pretendientes una cantidad que se acerque mucho a los 40 millones de su cláusula.
Y en ese punto, en acercarse a esa cantidad, estarían las negociaciones con la Roma. Según apuntan desde Italia, Monchi ya habría convencido al futbolista y ha puesto sobre la mesa del Sevilla una oferta de 25 millones de euros, cifra que podría aumentar un poco más en función de diversas variables y que espera que sean suficientes para sacar de Nervión a un futbolista que él mismo fichó para el Sevilla por 10 kilos en el verano de 2015.
No obstante, el conjunto italiano también tiene sus tiempos. Y, aunque todo debe estar cerrado antes de que el próximo 18 de agosto cierre el mercado en Italia, antes de soltar la 'tela' por Nzonzi, como diría Caparrós, Monchi debe hacer caja. El elegido para ello es el mediocentro francés Maxime Gonalons, que no cuenta para Di Francesco y por quien el club 'giallorrossi' ha rechazado ya hasta tres propuestas que no satisfacían sus demandas económicas. La pieza de Gonalons moverá la de Nzonzi y ésta, a su vez, moverá la de Berge, la de Bakayoko...