A 26 de junio, a un mes justo de que el Sevilla 18/19 entre en acción, el club no ha anunciado todavía fichaje alguno. Eso sí, según explicó hace sólo unos días
Joaquín Caparrós, "hay algunas cosas adelantadas, pero no son fáciles". Toca esperar, por lo tanto, a que se mueva un mercado muy condicionado por el
Mundial y a que se den las circunstancias idóneas.
Ésa es la situación a día de hoy con una de esas gestiones que el
Director de Fútbol de los nervionenses tiene avanzadas: el fichaje de
Sander Berge, joven mediocentro del
Genk belga. Desde las oficinas del
Sánchez-Pizjuán esperan su momento, sabiendo que, al menos, en estos momentos son los mejor colocados para hacerse con los servicios del internacional por
Noruega.
Según ha podido saber
ESTADIO, los últimos contactos por
Berge han tenido lugar recientemente, a inicios de la semana pasada, y las sensaciones han sido muy positivas.
Las cartas están sobre la mesa. Ahora, la clave está en hacer que coincidan los tiempos y las necesidades de las tres partes; lo que viene llamándose 'timing'.
El futbolista, de 20 años, cree que ha llegado la hora de dar el salto a una Liga mayor, tras un año y medio en el
Genk, donde llegó del
Valerenga. El propio
Sevilla le ha tanteado en las tres últimas ventanas de transferencias, por lo que los belgas saben que no podrán retenerlo mucho más tiempo. Sólo es cuestión de recibir el precio adecuado, que podría rondar entre los 10 y los 15 millones de euros.
Antes, el
Genk -que ya inició la pretemporada sin
Berge, con unos días más tras jugar con su selección- deberá buscar un sustituto a este pivote de 1,93 con alma de 'box to box' y que, en su reciente entrevista para ESTADIO, se comparó con
Nzonzi. Precisamente, el
Sevilla, pese a tener claro que una de las prioridades de este verano es reforzar la medular
(Berge, Roque, Krychowiak, Dendoncker... son algunas de las opciones), antes tiene que solucionar el futuro del galo y de otros como
Banega, aunque ya han salido
Pizarro y
Geis. Para saber qué pasa con los dos mundialistas hay que esperar. Cuando los tiempos coincidan, será el momento de acelerar por
Berge.