El controvertido púgil norteamericano Ryan García destrozó los pronósticos que le daban como perdedor y demostró que la derrota de hace unos meses fue un lapsus y que está llamado a ser uno de los grandes del boxeo mundial. Pese a los problemas de los últimos meses, a no dar el peso -lo que le ha costado no poder ganar el cinturón y pese a luchar con un campeón invicto, García vapuleó al campeón del peso Superligero Devin Haney, al que no le pudo quitar el título del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) por lo antes indicado, pero ante el que demostró una gran superioridad.
El de los Alamitos ganó por decisión mayoritaria (112-112, 114-110 y 115-109) después de tener a su rival contra las cuerdas durante varios momentos de un combate pactado a 12 asaltos y de que, salvo un juez, pocos dudaban de quien había sido mejor en el en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York.
Ryan García dijo en la previa, tras la noticia de que no podría optar al cinturón de campeón del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), que él había ido para "traerse la cabeza" de su rival y que le daba igual no poder llevarse el cinturón. Todos pensaban que era una excentricidad más de este boxeador de ascendencia mexicana, pero luego, en el ring, demostró que ahí no hace sabe lo que hace y ganó a un rival al que nadie había ganado como profesional.
No lo hizo por nocaut, como había conseguido en 20 de sus 24 victorias anteriores, pero sí mostró una superioridad aplastante ante 'The Dream' Haney, el hecho de no poder ganar el título mundial del Superligero augura un combate de revancha, con el cinturón de nuevo en juego.
Desde el principio de la pelea, Ryan García trató de llevar la iniciativa y logró conectar varios golpes sobre un Devin Haney más sobrio, que trataba de desgastar a su rival y ganar a la larga. El espectáculo lo ponía 'King Ryan' ante un 'The Dream' que esperaba su momento.
Pero éste no llegó, Haney controló durante unos asaltos la pelea sin hacer mella en un rival que trataba de meter su poderosa izquierda y hacer daño. Y conforme avanzaron los minutos el que ganaba terreno era Ryan García. A Devin Haney lo mandó tres veces a la lona, la primera de ellas en el séptimo asalto y, luego, aún hincaría por dos veces más la rodilla -en el décimo round y en el undécimo-, pero logró resistir en busca de una mano salvadora que diera la vuelta al combate.
Con la pelea ganada, Ryan García se dedicó el último asalto a no arriesgar. Se sabía ganador y no le importaba que no fuera antes del límite. Aunque un juez dio la pelea por empatada, la victoria de 'King Ryan' era manifiesta.