El italiano Jonathan Milan volvió a exhibirse con un gran esprint que le dio la victoria en la undécima etapa del Giro de Italia, tras recorrer 207 kilómetros entre Foiano di Val Fortore hasta Francavilla al Mare. Y lo hizo aprovechado que el líder de la carrera, el esloveno Tadej Pogacar, tomó un día más de calma en los que se escurrió de protagonismo y prefirió estar tranquilo. De hecho ni los abanicos ni el accidentado final le molestó y puedeseguir esperando a que vueltas terrenos más apropiados para él y por qué no, soñar con igualar o superar el récord de victorias en una sola edición.
En la meta fue el poseedor de la 'maglia ciclamino', Milan, un experto y ya un habitual en los grandes esprints, que cruzó la meta tras 4 horas y 23 minutos, por delante del belga Tim Merlier y el australiano Kaden Groves, y del ciclista del Movistar, Fernando Gaviria, aumentando su aura de mejor velocista de esta edición con todo merecimiento, ya que es la segunda etapa que gana Milan, pues ya se impuso en la tercera, el pasado 7 de mayo, y la tercera en su historia en el Giro, pues también gano una etapa la pasada edición.
Sin cambios en la clasificación general, con Pogacar oteando y controlando todo desde el pelotón, los últimos kilómetros del recorrido invitaban a una llegada al esprint que nadie evitó y que se saldó con una caída en la que ninguno de los 'gallos' se vio afectado, quien si lo hizo, de nuevo, fue el corredor del DSM Fabio Jakobsen.
Superada la exigencia de la etapa, en la primera parte, con la subida al puerto de Pietracatella, de 3ª categoría y 8,5 kilómetros al 5,4%, en la que mandó la fuga inicial de Edoardo Affini, Tim Van Dijke y Thomas Champion , que llegó a tener hasta 2 minutos de ventaja en los kilómetros iniciales, la carrera transcurrió sin mayores complicaciones. Fue perdiendo poco a poco fuelle la fuga, protagonizada por dos de los cuatro integrantes del Visma, que este miércoles perdió al belga Cian Uijtdebroeks, por enfermedad, su segunda baja en lo que va de competición, pues ya perdió al neerlandés Olav Kooij por los mismos motivos.Un ejercicio de valentía de los 'avispas amarillas' que finalizó a falta de 35 kilómetros a la meta, cuando el pelotón neutralizó la fuga por completo.
Llegados a los metros finales, los equipos fueron preparando a sus velocistas para la 'volata', en la que emergió de nuevo la gigante Jonathan Milan, de 1'93 de altura, engalanado con su equipamiento violeta de ciclamino para abrirse paso con su agresivo estilo, movimientos de cuello casi lesivos y duras pedaladas. No tuvo rival, otra vez. Solo Merlier pudo disputarle una victoria que no dejó escapar para seguir reinando en la velocidad de su país. Pogacar, ajeno a la 'volata', mantuvo su condición de líder y la ventaja de 2 minutos y 40 segundos sobre Daniel Felipe Martínez, aunque con las bonificaciones intermedias, Geraint Thomas recortó dos segundos y ahora está a 2:56.