Luisma Sánchez3 min lectura¡Qué emoción! Hasta los momentos finales no terminó por decidirse la victoria en casa de Jonathan Milan. El italiano se coronó en Cento como uno de los reyes del sprint al desmarcarse del pelotón en los últimos metros de la línea de meta y consagra su tercera victoria durante todo el Giro de Italia. Aun así, Tadej Pogacar se mantiene como líder absoluto de la clasificación general y se queda con la maglia rosa.
Fue una etapa bastante llana, sin complicaciones desde Riccione y por la Llanura Padana. Todo lo contrario a lo ocurrido en la última etapa, donde Alaphilippe selló su victoria con una gran escapada a falta de 150 kilómetros de la línea de meta. Apenas hubo desnivel, dejando entrever que todo se decidiría al final con un sprint y marcado por las piernas más resistentes del pelotón.
Pese a que hubo algún que otro intento de escapada, como fueron los de Alessandro Tonelli, Andrea Pietrobon y Manuele Tarozzi, no consiguieron destacar por delante del grupo. A pesar de que se alejaron, finalmente acabaron ocupando la misma posición que sus compañeros, haciendo un pelotón multitudinario.
De Pooter y Marcellusi se distanciaron un poco del pelotón a falta de algo más de 50 kilómetros. Todo ello también provocado por una caída colectiva en la que se involucraron hasta seis ciclistas, entre ellos el español Rubén Fernández y Nairo Quintana. Marcellusi se escapó, aunque en los últimos ocho kilómetros iba a ser alcanzado de nuevo por el pelotón que seguía la cabeza de la etapa.
Ineos tenía ganas de guerra. Los equipos fueron jugando sus cartas, viendo las posibilidades que tenían ante un final de sprint fatídico. Viendo este desenlace, los focos apuntaron a Jonathan Milan, rey del sprint en suelo italiano como ya viene demostrando en anteriores etapas. Movistar no tiró la toalla, con un Gaviria encabezando el pelotón por momentos, aunque poco a poco se fue quedando sin fuelle y sin tiempo.
Con duras pedaleadas, Jonathan Milan (1,93 metros de altura) conseguía abrirse paso de forma muy agresiva para sellar una nueva victoria. Esta vez en los últimos metros, pero que saben quizás mejor que cualquier otra. El italiano firmó su particular triplete (ya venció en Andora y Francavilla). Es el velocista de esta vuelta sin lugar a duda. No tiene rival en los últimos metros. Aun así, como hemos mencionado con anterioridad, Pogacar sigue manteniéndose líder. La próxima etapa será del Castiglione Delle Stiviere a Desenzano del Garda, una contrarreloj con algo de más dificultad.