Rafa Nadal se proclamó campeón del torneo de
Roland Garros, segundo
Grand Slam de la temporada, después de derrotar en la final al noruego
Casper Ruud, nuevo número seis del mundo, en sets por
6-3,
6-3 y
6-0.
Nadal hace así historia de nuevo sumando su
Roland Garros número 14 y su
22º Grand Slam, lo que hace que aventaje ya en dos a
Novak Djokovic y a
Roger Federer en la carrera por ser considerado el
GOAT (Greatest Of All Time, el mejor de todos los tiempos).
Comenzó el partido
Rafa Nadal con fuerza. Cargando su derecha de zurdo sobre el revés a dos manos de
Casper Ruud, que tiene en ese golpe su principal punto débil. Tras mantener el saque inicial,
Nadal se basó en esta estrategia para romper el servicio del noruego con un passing de derecha cruzado marca de la casa. Parecía que tenía encarrilado la primera manga
Nadal, pero dos dobles faltas en el juego de confirmación le llevaron a perder el saque y que
Ruud recuperara la desventaja. No se vino abajo
Nadal, que volvió a romper en el juego siguiente, aprovechando algún error no forzado del nórdico para luego certificar, esta vez sí, la rotura y el 4-1. Pasaron los juegos al servicios y ambos mantuvieron, cayendo así el primer set para
Rafael Nadal por 6-3.
No aflojó
Nadal en el inicio del segundo parcial, pero no le pudo romper el saque al noruego a pesar de contar con cuatro break points a su favor. Con ello, se creció
Ruud que mostró su mejor nivel y rompió a
Nadal, mejorando su revés y angulando mejor sus tiros. El problema para
Ruud es que
Nadal es inagotable y al juego siguiente el balear recuperó la desventaja, demostrando de nuevo su gran fortaleza mental. Poco a poco,
Rafa Nadal fue recuperando su nivel de inicios del duelo y fue forzando a un
Ruud que siempre tenía que jugar una bola más. Hasta tal punto llegó la presión que le volvió a quebrar para ponerse 4-3 arriba, volteando así el 1-3. Murió el segundo parcial ahí con un 6-3, que dejaba a
Rafa Nadal con dos sets a cero de ventaja y con la final casi finiquitada.
Si alguien pensaba que
Rafa Nadal se iba a relajar, él se encargó rápido de despejar cualquier duda. Ganó su saque con seguridad y posteriormente aprovechó la primera bola de rotura que tuvo para poner el 2-0 y dar el mazazo definitivo a un
Casper Ruud que se comenzó a venir abajo tras sufrir una nueva rotura de saque que le puso con un 5-0 en contra. Era cuestión de tiempo sólo y
Rafa Nadal firmó su nuevo título en
Roland Garros con un revés paralelo a la línea.
Con este nuevo triunfo,
Rafael Nadal Parera demuestra una vez más que es el mejor deportista español de todos los tiempos, y uno de los aspirantes a ser considerado el mejor del mundo. Su legado queda ahí y ahora habrá que esperar si sigue alargando su carrera deportiva durante más tiempo o no. Su pie, su lesión crónica, es la única que lo puede derrotar porque en la pista queda demostrado que es el mejor.