Nadal sobrevive a Kyrgios y alcanza las semifinales en Indian Wells, todavía invicto en 2022

Nadal sobrevive a Kyrgios y alcanza las semifinales en Indian Wells, todavía invicto en 2022
Nadal sobrevive a Kyrgios y alcanza las semifinales en Indian Wells, todavía invicto en 2022 - Efe
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El tornado Nick Kyrgios no pudo con Rafa Nadal. Tras un extenuante y durísimo duelo, el español alcanzó las semifinales de Indian Wells al someter al caótico e impredecible australiano, una victoria con la que Nadal extendió a 19 su increíble racha de triunfos consecutivos en 2022. Dos horas y 46 minutos duró este partido en el que Nadal se impuso a Kyrgios por 7-6(0), 5-7 y 6-4.

El triple ganador de Indian Wells (2007, 2009 y 2013) podría medirse en semifinales a su compatriota Carlos Alcaraz si el joven español vence esta noche en cuartos al británico Cameron Norrie, vigente campeón del torneo del desierto californiano. Aunque ocupa el número 132 del mundo y llegó a Indian Wells por invitación de la organización, Kyrgios era toda una trampa en el camino de Nadal.

Con un balance de 5-3 para Nadal en los enfrentamientos previos, Kyrgios ofreció su show habitual con tramos de un tenis excelente, poderoso y enrabietado pero también con momentos desquiciantes en los que protestaba al árbitro, gritaba al público o estrellaba la raqueta en el suelo (hasta en tres ocasiones, la última cuando ya había perdido). Nadal, que arrastra problemas en el pie izquierdo, tuvo dudas con su saque y sufrió cuando Kyrgios rindió a su mejor nivel. Sin embargo, el español supo mantener la cabeza fría en el set definitivo y todavía aspira a llevarse su cuarto torneo consecutivo en 2022 tras sus triunfos en el Abierto de Australia, Melbourne y Acapulco.


ALTERNATIVAS CONSTANTES

El partido empezó cuesta arriba para Nadal, ya que, en su segundo turno al saque, entregó el servicio a Kyrgios con una doble falta (1-2). El australiano comenzó el duelo muy concentrado mientras que Nadal se mostraba errático con su derecha y poco cómodo en la pista. En cambio, Kyrgios parecía muy suelto y ágil, algo sin duda favorecido porque no tuvo que jugar en cuartos por la retirada de Jannik Sinner.

Aunque hizo gala de algunas triquiñuelas típicas de su inconfundible estilo -como un saque cortísimo y por abajo para castigar la lejana posición en el resto de Nadal-, Kyrgios desplegó su mejor tenis con un servicio dominador y una derecha contundente (3-5). No marchaban bien las cosas para Nadal, que no encontraba su ritmo ante la solidez del australiano, pero todo cambió cuando Kyrgios sacaba para ganar el primer set con 4-5.

De repente, Nadal reaccionó con un "break" para igualar el duelo (5-5), mostró mucha más seguridad en sus golpes y su desplazamiento, y se aprovechó de los errores de Kyrgios, quien empezó a perder la compostura y a enseñar su cara más alocada (con 5-5 estrelló su raqueta en el suelo dos veces hasta romperla y, posteriormente, regalársela a un fan de la primera fila). Mientras su rival se perdía, Nadal se acercaba a una versión más reconocible y enérgica de su tenis.

En la muerte súbita, Nadal exhibió una gran defensa y encontró mejor los ángulos para anotarse el "tie break" en blanco ante un Kyrgios desubicado y que acabó entregando el set de mala manera al recibir una penalización por gritarle a un espectador que se callara "la puta boca".


KYRGIOS NO SE RINDE

Kyrgios parecía herido pero estaba lejos de darse por vencido. Quizá más peligroso cuanto más difícil es de descifrar, Kyrgios regaló dos dejadas estupendas para conservar el servicio (1-2) y confirmar que el encuentro seguía abierto. Nadal estaba mejor que en su espeso arranque, pero todavía se encontraba lejos de su nivel más demoledor y no lograba limitar sus errores (4-4).

El primer momento inquietante del segundo set llegó con 4-5 y 15-30 para Kyrgios, pero el español consiguió mantener su saque. La situación se repitió con 5-6 y 15-40 de nuevo para Kyrgios y ahí Nadal, con muchas dudas al sacar, sucumbió ante la furia de Kyrgios y concedió el "break" y el segundo set (5-7). El viento soplaba a favor de Kyrgios, que había olvidado sus demonios internos para golpear la bola con una dureza extrema.

Nadal sufría mucho con su servicio y tuvo que salvar dos bolas de "break" en su primer turno al saque en el set definitivo. También Kyrgios tuvo que sobrevivir a dos opciones de rotura mientras el partido se asomaba al terreno de la épica. Los dos jugadores acusaban el cansancio, pero Nadal, una vez más, sacó a relucir su eterna resistencia y logró el "break" tras una doble falta de Kyrgios (4-3). Consciente de que era ahora o nunca, Nadal recurrió a sus mejores golpes de derecha y firmó una enorme victoria para su historial lleno de épicos triunfos.