"Soy honesto. He sido jugador también. Y tened claro que si en algún momento hubiera visto que, dando un paso al lado, el equipo se hubiera salvado, lo habría hecho, pero no tenía esa sensación, ni el resto del club. Estábamos todos convencidos de que el objetivo se iba a conseguir", ha explicado.
En este sentido, ha advertido de que "cuando no se consigue lo marcado, lo que no se ha hecho es lo que hubiera sido lo mejor" y, en este sentido, ha recordado que la pasada temporada "tampoco se movió el banquillo, y se logró la permanencia", al tiempo que ha agradecido que la directiva, a pesar de todo, le haya mantenido hasta el final.
"Cuando una temporada va mal, duele en el alma. Hubiera hecho cualquier cosa por el Real Valladolid, por todo lo que me ha dado y le he dado. Era un proyecto bonito e ilusionante, pero no nos han salido las cosas y el fútbol nos ha dado un golpe muy fuerte. Ahora hay que tratar de acabar con dignidad", ha añadido el técnico catalán, para el que "ha habido mucho positivo" también.
Ha admitido que el equipo está pasando "una semana muy dura", porque "los jugadores están afectados y esta situación causa mucho dolor", sobre todo, porque se creía que "esto no iba a pasar", pero la intención es "defender este escudo hasta el último momento, siendo conscientes de lo que se está jugando el Atlético de Madrid".
Tiene claro que el cuadro madrileño "está viviendo mucha tensión, porque tiene la oportunidad de ganar el título": "Va a venir a aplastarnos, y los veinte o treinta primeros minutos serán muy intensos, para buscar adelantarse en el marcador y gestionar así mejor el encuentro", ha vaticinado.
"Independientemente de cómo vengan ellos, lo importante es que nosotros seamos capaces de revelarnos ante esta situación, de salir con la misma intensidad para igualar los duelos individuales. Todo pasa porque ganemos ya que si no, el resto de carambolas no servirá de nada", ha comentado.
Al respecto, ha destacado que "en el mundo de fútbol se ven todo tipo de situaciones" y eso es lo que les hace tener "un atisbo de esperanza". A esa mínima opción de salvación es a lo que se tienen que "aferrar", aunque sea "muy difícil" que se den tantas variables: ganar al Atleti y que Elche y Huesca pierdan.
Por tanto, "hay que salir a ganar y a competir, sabiendo que el rival va a salir en tromba, con ese 4-4-2 que luego puede transformarse con cinco en el centro del campo, su potencial en los duelos individuales, Hermoso que se pone de central desde el lateral, las llegadas de Llorente, o el trabajo de Luis Suárez y de los pivotes".
Para este trascendental partido contará con las bajas de Orellana, Raúl Carnero, Kodro, Bruno González y, casi seguro, de Javi Sánchez, a las que se añade la de Rubén Alcaraz, quien deberá cumplir ciclo de sanciones.
Respecto a la posibilidad de que haya primas, Sergio ha comentado que "el mayor incentivo y la mayor prima es lograr la salvación. Las primas están estipuladas desde el inicio de temporada por lograr el objetivo e, insinuar que hay algo añadido, está fuera de lugar y no viene a cuento".
En cuanto al presidente del club, Ronaldo Nazário, ha dicho que "ha estado muy presente, continuamente, y ha sido constante en su forma de trabajar y en su método de trabajo respecto a la relación con el equipo, con un discurso continuo, mostrando su apoyo y hablando con todos".
Por último, ha avanzado que no ha hablado con el club y, por tanto, desconoce si el de este sábado será "el último partido" con el Real Valladolid. Ha dejado claro, además, que "es cierto que no se ha estado a la altura de las circunstancias, pero no que no haya sentimiento de pertenencia al club ni haya faltado compromiso".
"Todos han estado involucrados en este proyecto. Otra cosa es que no se haya dado el rendimiento que se esperaba, pero los perjudicados son los futbolistas y el cuerpo técnico. La mancha es para todos y nos duele igual o más que a cualquier aficionado, porque hemos sido protagonistas y la culpa queda con cada uno durante mucho tiempo", ha indicado.