Estadio Deportivo4 min lecturaValladolid, 30 oct (EFE).- El entrenador del Real Valladolid, Sergio González, ha señalado este viernes, en rueda de prensa telemática, que el equipo "está bien", tras pasar "las 48 horas de luto después de una derrota" y que es "realista" con la situación pero mantiene el "optimismo".
Desde el miércoles han estado "cargando las baterías con buenas sesiones de trabajo", si bien queda matizar lo que deben hacer tácticamente "para hacer daño al Villarreal", un rival que suele jugar con un 4-1-4-1 pero que también puede hacerlo con un 4-3-3, siempre "con mucha gente por delante del balón".
"Es un equipo que tiene muchas rupturas en los puntas, amplitud por los laterales, con Moi apareciendo por dentro, Chukwueze y Kubo en la diagonal, Iborra siendo sólido en el pivote y centrales experimentados con buena salida del balón", ha analizado el técnico catalán.
La clave está en "estar muy juntos entre líneas, que no tengan combinación por dentro y hacerle daño con nuestro juego, siendo profundos, jugando a las espaldas de sus laterales y centrales y, sobre todo, teniendo mucha confianza en nuestro juego", ha precisado.
Cuenta con el handicap de las lesiones, que están impidiendo encontrar una regularidad y, en este sentido, ha indicado que tanto El Jamiq como Guardiola deberían llegar bien al partido, lo que no sucederá con Janko, quien realizó un gran papel en el anterior choque ante el Alavés, y que será baja durante tres semanas.
"Es muy complicado saber por qué hay tantos lesionados, quizá haya mucha tensión que afecta al rendimiento físico, junto a una pretemporada corta y partidos de mucha exigencia, pero el equipo siempre ha estado a un buen nivel físico y se está trabajando para tratar de subsanar esta circunstancia", ha añadido.
Ante las ausencias de Nacho, que deberá cumplir un partido de sanción por la roja recibida ante el cuadro vasco, Sergio sacará a Raúl Carnero como titular en el lateral izquierdo, mientras que en el derecho, con la baja de Janko, podría optar por Luis Pérez o por Pablo Hervías "aunque puede haber más opciones", ha advertido.
Consciente de la escasez goleadora, por lo que se trabaja con los delanteros para "destapar el tarro de las esencias" y "concretar mejor las veces que se llega arriba", Sergio está "más preocupado" por "los goles encajados" -seis en dos partidos- y, por ello, ha incidido en "poner un muro lo más rápidamente posible".
Ha reconocido que, en un momento tan complicado, le "emociona" que, tanto los jugadores, como la directiva del club le hayan mostrado su total confianza, lo que hace que coja "más fuerzas aun" para "ir a por ello con total garantía y con la confianza de que se puede hacer bien".
"Me siento muy agradecido, porque el apoyo hacia mí ha sido total, y quiero darlo todo para revertir esta situación y ganar ese partido que todos queremos ganar", ha concluido.