Eibar (Guipúzcoa), 16 jul (EFE).- El Eibar logró el triunfo en el único encuentro de la jornada en el que no había nada en juego y, con tres goles, uno favorecido por un tropezón del guardameta José Antonio Caro, se llevó los tres puntos ante un Valladolid descarado, sin complejos y siempre al ataque (3-1).
Ninguno de los dos se jugaba nada, por lo que los entrenadores aprovecharon la ocasión, además de para felicitarse mutuamente por el éxito conseguido de la permanencia, para dar minutos a alguno de sus jugadores que menos se esperaban en el once inicial.
Así el conjunto local apostó por el portero Joel o el delantero Quique González, que no suelen ser primeras opciones, mientras que en el Valladolid el delantero Sandro tenía una nueva opción de brillar en el ataque.
El ariete canario a punto estuvo de cambiar el signo del encuentro en los primeros minutos, en una gran jugada personal en la que sólo le faltó superar en su remate a un acertado Yoel, que salvó a su equipo del gol.
Los locales están, no obstante, muy crecidos de moral porque han pasado de una posición tan apurada a la tranquilidad total de manera inesperada e, instalados en una nube, con mucha confianza, se sacudieron la presión pucelana y generaron el primer tanto del encuentro, a balón parado, como es habitual en el equipo armero.
Mostró una de sus señas de identidad al lanzar Pedro León un saque de esquina para que el central Bigas, como un auténtico huracán, entrara en el área pequeña batiendo de cabeza la portería de Caro.
El partido estaba donde quería el Eibar. A estas alturas de la temporada y con los jugadores más pendientes de las vacaciones, remontar un encuentro es casi una quimera, sobre todo si instantes después llega el error del Caro, al caerse al suelo cuando le había pasado el balón Fede, y con la portería vacía Inui sólo tuvo que introducir la pelota para hacer el 2-0.
El Valladolid perdía antes de la pausa de hidratación a su defensa Kiko Olivas y estaba a punto de encajar el tercero del Eibar, en un remate al larguero de Pedro León con el encuentro que parecía sentenciado al descanso.
Un intento de gol olímpico en la segunda mitad de Pedro León sería todo el bagaje ofensivo del Eibar, mientras que el Valladolid no desesperó y encontró su gol a veinte minutos del final gracias a un penalti cometido sobre Enes Ünal. Guardiola erró la pena máxima, pero acertó tras el rechace de Joel para rebajar la desventaja.
Achuchó hasta el final el equipo de Sergio González y el Eibar se libró de sufrir porque Joel estuvo impresionante bajo palos, evitando posibles goles de Sandro, Nacho y Enes Ünal, que merecieron dar el empate a los pucelanos, aunque finalmente De Blasis, de penalti, fue el encargado de finiquitar el encuentro en el último minuto.
- Ficha técnica:
3.- Eibar: Joel; Tejero, Bigas, Oliveira (Burgos, min.47), Rafa Soares; Edu Expósito, Sergio Álvarez (Diop,min. 46), De Blasis, Pedro León (Cristóforo,min. 78), Inui (Charles, min. 65); Quique González.
1.- Valladolid: Caro (Samu Pérez, min. 65), Nacho, Javi Sánchez, Olivas, (Antoñito, min 30), Javi Moyano; Hervías (Víctor García, min.60), Matheus, Fede, Toni Villa (Guardiola,min. 46); Sandro y Enes Ünal.
Árbitro Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Sergio Álvarez, Burgos, Rafa Soares, De Blasis.
Goles: 1-0, min 21: Bigas. 2-0, min 27: Inui. 2-1, min. 70: Guardiola. 3-1, min. 91: De Blasis, de penalti.
Incidencias: partido de la trigésima séptima jornada disputado eb Ipurua a puerta cerrada.