Por el tanatorio de Las Contiendas de Valladolid se han ido dando cita numerosas personas vinculadas a la entidad blanquivioleta, tanto en el pasado, como en el caso del adjunto al director general del Real Madrid, Ramón Martínez, quien llegó acompañado de Santiago Llorente, como del presente, a través del director del Gabinete de Presidencia del Valladolid, David Espinar.
Precisamente Espinar ha admitido que las circunstancias actuales, con motivo de las medidas de seguridad por el coronavirus, hacen difícil "poder rendir el homenaje que merecía" Alonso y, en este sentido, ha indicado a los medios que les hubiera gustado "ofrecer el estadio José Zorrilla para instalar allí la capilla ardiente".
"Lamentamos mucho el fallecimiento de un presidente histórico, que debe ser un reflejo para todos los que quieran hacer una buena gestión, porque fue una persona intrépida, imaginativa, amante de los colores blanquivioletas y que implantó unos valores nuevos, que tienen que ser ejemplo", ha añadido.
Según ha recordado, durante su mandato, en dos etapas diferentes, durante nueve temporadas, "el Real Valladolid logró un título -la Copa de la Liga-, se clasificó para Europa e impulsó un estadio nuevo, el José Zorrilla, por lo que hay que verle como un espejo tanto desde el punto de vista humano como de gestión".
En los próximos días se verá "de qué manera se le puede rendir homenaje, aunque la mejor manera es seguir sus pasos y hacer del Real Valladolid un club a su altura", ha precisado David Espinar, quien llegó al tanatorio junto al responsable de protocolo de la entidad, Mariano Mancebo.
Además, han presentado sus respetos a la familia históricos del club como el también expresidente Fernando Alonso, el exjugador y exmasajista, Joseba Aramayo, el exutillero, Luis Miguel Quintana, el también exjugador Juan Carlos Rodríguez, junto a David Espinar y Ramón Martínez, quien fuera adjunto a Gonzalo Alonso durante su presidencia, o la exsecretaria, María del Carmen Herrero.
Su hijo, Gonzalo Alonso, ha declarado a los medios que siempre se han sentido "muy orgullosos" de la gestión que hizo su padre "una persona que vivía intensamente el fútbol y su Real Valladolid, que se jugó su patrimonio para sacarlo adelante, avalándolo con 300 millones de pesetas, y que logró muchos éxitos con el equipo".
Ha recordado que su progenitor "cogió al Real Valladolid deambulando entre Segunda y Tercera división, con la caja fuerte llena de telarañas, puso dinero para que todo el mundo cobrara las primas al día y se saldaran las deudas y dejó aquí a Pato Yáñez, Da Silva, Gilberto, Eusebio Sacristán o Fonseca".
Todos los allí reunidos para transmitir sus condolencias a la familia y recordar al que se considera el "mejor presidente" de la historia del Valladolid hasta la fecha, han coincidido en destacar su "empatía, su carisma, su entrega, su dedicación y amor por el club, su honestidad y su sinceridad", sin olvidar su "gran capacidad de convocatoria".
Gonzalo Alonso ha dicho adiós tres días después de cumplir los 95 años, con su pasión por el Valladolid intacta hasta el final, ya que seguía al equipo y mantenía sus recuerdos de aquellos años de gloria indelebles, y deja un legado difícil de repetir pero que servirá como ejemplo para un prometedor futuro del club.